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Domingo

Gripe aviar: miedo a la próxima pandemia

El virus que en el Perú habría causado la muerte de 55 mil aves y casi 600 lobos marinos ha provocado la alerta de los científicos porque, por primera vez, se estaría transmitiendo de mamífero a mamífero. ¿Qué pasará si adquiere la capacidad de pasar de humano a humano? La OMS dice que debemos prepararnos para lo que pueda suceder en el futuro.

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Lobo marino presumiblemente afectado por gripe aviar, examinado por especialistas del Sernanp. Foto: Antonio Melgarejo/La República | Antonio Melgarejo/La República

La alerta mundial se encendió luego de un extraño incidente ocurrido en una granja de visones, en España.

Fue en octubre, exactamente en Galicia, donde se criaban a cientos de miles de estos animalitos, primos de las comadrejas, cuya piel es muy estimada para hacer abrigos y guantes.

De pronto, una infección desconocida comenzó a matarlos. Los veterinarios pensaron inicialmente que podía ser el SARS-CoV-2, pero pronto confirmaron que se trataba de otro virus: el H5N1, uno de los virus más altamente patógenos de la influenza aviar.

Para entonces, Europa ya vivía la peor epidemia de influenza aviar de su historia, con millones de aves de corral sacrificadas. Las autoridades gallegas decidieron cortar por lo sano y mataron a más de 52 mil visones.

Pero lo que llenó de preocupación a los científicos se conoció hace pocas semanas. Un grupo de investigadores publicó los resultados del estudio que hicieron sobre el brote de Galicia, señalando que era muy probable que el virus, introducido en la granja por aves infectadas, haya mutado, de modo que se hizo más fácilmente transmisible de visón a visón.

Algo que no es frecuente ni normal.

La idea de que una enfermedad que históricamente se transmitía de ave a mamífero pudiera comenzar a propagarse de mamífero a mamífero e incluso de humano a humano sugería un escenario de terror. Uno que el mundo ya había vivido con el SARS-CoV-2.

“Esto es increíblemente preocupante”, le dijo el virólogo Tom Peacock, del Imperial College de Londres, a la revista Science. “Este es un mecanismo claro para que comience una pandemia”. E Isabella Monne, una de las autoras del estudio, le dijo a la misma publicación: “Es una campanada de advertencia”.

Mientras en la comunidad científica se encendía la alarma, en las playas del Perú aparecían, día tras día, lobos marinos. Decenas. Cientos de ellos. Muertos por gripe aviar.

El Senasa es la institución encargada de prevenir focos de infección de la enfermedad en las granjas avícolas. Foto: archivo La República

Una panzootia

El virus H5N1 se detectó por primera vez en 1996 en una granja de gansos en China. Según la revista Science, alrededor de 2005 se extendió a las aves migratorias, que desde entonces lo propagaron por todo el mundo.

El veterinario peruano Bruno Ghersi, que estudió la presencia de la influenza aviar en el Perú a finales de la década pasada, dice que el virus siempre ha estado circulando en el país, sobre todo en verano, traído por las aves migratorias del Hemisferio Norte.

–La gran diferencia es que la cepa que ha llegado este año es de alta patogenicidad –afirma–, y está matando a las aves silvestres.

La cepa H5N1 golpeó primero a las aves de Europa. Luego, a inicios de 2021, aterrizó en América del Norte y a partir de la segunda mitad del año se propagó por América del Sur.

–Algunos expertos consideran que lo que estamos viendo es una panzootia –dice el veterinario Jesús Lescano, especialista en Conservación y Manejo de Fauna Silvestre del Serfor–.

En otras palabras, una pandemia en animales.

En el Perú, hasta el momento la influenza aviar habría causado la muerte de unas 55 mil aves, principalmente piqueros, pelícanos y guanays, y de 585 lobos marinos en las áreas naturales protegidas, de acuerdo con el Sernanp.

Un verdadero desastre ecológico.

Cadáveres de pelícanos muertos en una playa al sur de Lima antes de ser enterrados en la arena. Foto: Sernanp

La temida mutación

Pero el enorme impacto del virus en la fauna silvestre es solo una de las aristas del problema.

–La transición de mamífero a mamífero es uno de los hallazgos más novedosos y más preocupantes –dice Jesús Lescano–. Todos los libros de virología te decían que H5N1 se transmitía de ave a mamífero y ahí terminaba. Pero el virus de la influenza, como todos los virus, tiene la capacidad de mutar.

¿Es posible que siga mutando, al punto de que surja una nueva variante que comience a transmitirse de persona a persona?

–Es posible –dice Bruno Ghersi–. El virus de la influenza muta muy rápido y lo vemos todos los años con el virus de la influenza humana. Lo que se debe evitar es que se siga transmitiendo entre las poblaciones porque, eventualmente, en estos ciclos puede salir un nuevo virus.

–Mientras más contacto tengamos con los animales silvestres, la posibilidad de que surja esta nueva cepa aumenta –dice Carlos Calvo, especialista en salud de ecosistemas–. Cada vez que alguien se acerca a ayudar a un lobo marino o a un pelícano, hay una posibilidad. Incluso cuando se acerca un perro o un gato, que son animales que tienen sus propios virus. Una mutación puede suceder allí.

Desde que declaró la emergencia sanitaria por gripe aviar, en noviembre del año pasado, el Senasa realiza acciones de vigilancia para evitar brotes en predios avícolas. Hasta el momen to, ha logrado controlar 46 brotes en granjas ubicadas en Lambayeque, Cajamarca, Áncash, La Libertad, Lima e Ica. Como resultado de estas acciones, ha sacrificado sanitariamente a más de 185 mil aves domésticas.

Los especialistas consideran que la sociedad debe comprometerse en las labores de prevención y vigilancia. Por ejemplo, dice Bruno Ghersi, los dueños de las granjas avícolas deben ser honestos y reportar ante la primera señal de que sus animales puedan estar infectados.

Carlos Calvo dice que el Estado debe realizar campañas educativas para enseñarle a los ciudadanos los riesgos de entrar en contacto con animales silvestres. Jesús Lescano, del Serfor, dice que su institución está coordinando con las municipalidades locales para desarrollar este tipo de campañas en zonas costeras.

Estamos a tiempo.

El último miércoles, el director general de la OMS, Tedros Adhanom, exhortó a las naciones del mundo a vigilar de cerca las infecciones de influenza aviar. Dijo que el riesgo de que salte a los humanos todavía es bajo.

Pero agregó que “no podemos asumir que seguirá siendo así”. Y que “debemos prepararnos para cualquier cambio de situación”.