El universo visual de Alberto Ramos Palacios nace de sus primeras vivencias en Occo, el pueblo ayacuchano donde vivió sus años de infancia, en los relatos míticos o sobrecogedores que escuchó de sus mayores, en sus lecturas sobre la cultura andina o también en todo lo aprendido en sus múltiples viajes.
Todo ese bagaje vital lo plasmó en hermosos grabados de factura maestra y contundente.
“Todo lo que vio e imaginó comparece en sus grabados: montañas antropomorfi zadas, flautistas que tocan a la Luna, mujeres que acunan palomas o niños pequeños así como algunas de las criaturas –serpientes, aves e insectos– que animaban aquella naturaleza feraz en la que hizo del quechua su lengua materna y con las cuales erigirá un imaginario fantástico”, dice Manuel Munive Maco, curador de la muestra “Alberto Ramos Palacios, antología gráfica 1981-2021″ en el texto de presentación.
Notables efectos de luminosidad que confieren a sus estampas ese halo de acontecimiento mágico. Foto: difusión.
Alberto Ramos Palacios (Nasca, 1953) realizó estudios de pintura, dibujo y grabado en la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú entre los años 1976 y 1984. La xilografía, técnica que impartía el profesor José Huerto Wong, fue lo que lo atrajo mucho más y lo motivó a profundizar en ella en esa etapa formativa.
“Gracias a las invalorables prensas de su alma máter, ejecutará hasta fines de esa década un profuso conjunto de litografías, calcografías, serigrafías y colagrafías en las que aparecen ya los temas que caracterizarán gran parte de su obra [...] Todo ello bajo los notables efectos de luminosidad que confieren a sus estampas ese halo de acontecimiento mágico o sobrenatural que irradian y que se ha convertido en su sello de autor”, explica el curador.
En 1987, con su obra “Homenaje a las madres del Ande” obtuvo el Primer Premio en el 22º Salón Nacional de Grabado del ICPNA (1987). En sus obras de esta época también hay alusiones al pensamiento mágico andino en las representaciones de montañas o Apus, y simbolismos y reminiscencias de las sociedades prehispánicas peruanas.
Obra. “Maternidad” e “Incendio”, dos de las obras de Ramos Palacios, formado en la ENBA. Foto: difusión.
En la década de los 90, Ramos Palacios ya era un maestro en su arte. Profundizó en la xilografía y usando herramientas como bisturíes, punzones y mazos, además de las gubias convencionales, logró obras de enorme factura con notables efectos de luminosidad y textura.
Con la llegada del nuevo siglo, el artista desarrolló estampas xilográficas de tema mítico como “Uma, el mito de la cabeza voladora” (2005), o las que componen una serie más reciente, “Huallallo, el dios devorador” (2014), personaje mencionado en el texto quechua del siglo XVI conocido como el “Manuscrito de Huarochirí” todas las cuales “comparten el formato apaisado -horizontal-, planteamiento que permite plasmar toda la longitud del personaje o deidad en composiciones dinámicas que nos hacen pensar que han sido capturadas durante su paso fugaz por los aires”, precisa el curador.
La obra de Ramos Palacios ha obtenido premios internacionales en Argentina (2006), España (2006) y Japón (2007), este último el más importante por haber sido otorgado por la Kyoto International Woodprint Association. Esta muestra constituye, además, la primera revisión de la obra completa de uno de los mayores artistas del grabado en el Perú. Es la recopilación de 40 años de un trabajo que alcanzó altos niveles de maestría desde muy temprano.
“Alberto Ramos Palacios, antología gráfi ca 1981-2021″ es una exposición imperdible que va hasta el 17 de diciembre en el Museo del Grabado del ICPNA ( Av. Javier Prado Este 4625, La Molina). Allí podrán ver, en sus claroscuros y en sus diversas técnicas, el mundo estilizado, dramático y fantástico que ha plasmado el artista con distintos materiales.