Si un niño o niña del Perú juega a ser chaski mientras corre, el sueño de Alex Agurto, Mario Santillana y César Santivañez se habrá cumplido. Aunque los artistas confían en que su proyecto cinematográfico, Chaskis, los mensajeros del sol, el primer anime inspirado en el legado de los incas, también tendrá repercusión en el extranjero. Y la gran oportunidad que tienen para ello es en junio de este año, cuando viajen a Annecy (Francia) para participar del festival Mercado Internacional de Films de Animación-MIFA 2022, gracias a la acreditación que obtuvieron en noviembre en Ventana Sur, el mercado audiovisual más importante de Latinoamérica.
Creadores del anime peruano
En unos meses, los amigos que crecieron en La Molina podrán codearse con productoras y distribuidoras como Pixar, Disney, Warner y Netflix, y presentar su película animada basada en la cosmovisión andina a través de Yori (amanecer), Ch’aska (estrella) y Sach’a (árbol), tres jóvenes aspirantes a chaskis que deberán proteger a Sami (suertuda), una bebé con habilidades misteriosas, de las garras de Supay (dios del inframundo) quien necesita de sus poderes para conquistar el planeta. Aunque los creadores de Chaskis, los mensajeros del sol aseguren que los personajes no son ellos, reconocen que sí hay pinceladas de sus personalidades.
Alex Agurto se tropezó con la historia de los emisarios del imperio incaico apenas hace siete meses. “Ya había decidido hacer dibujos animados de manera profesional y no como un hobbie. Estaba buscando una idea que pueda contener mucho de la cultura peruana y que -a la vez- sirva para mostrársela al mundo, una historia que cualquier persona del planeta pueda ver y le resulte atractiva. Después de investigar, llegamos a los chaskis”, relata el joven que, a los cinco años, despertó su curiosidad y amor por el Perú milenario, cuando caminaba junto a su abuelo por unas huacas cerca a su casa. Años después se dedicó a coleccionar pututos.
Yori, Ch’aska y Sach’a protegerán a la bebé Sami del Supay.
El director y creador del proyecto aclara que en la animación nada es casualidad, por eso su guion está adaptado al ‘shonen’, género del anime con fórmulas ya establecidas. “Tienes a un grupo de chicos entusiastas que pelean por sus sueños, fallan, entrenan y mejoran, siempre van hacia arriba. Está el más atrevido, el que ayuda al protagonista a que cumpla sus metas, el que cuida al grupo y otro que es la ‘bala perdida’. Prácticamente es la fórmula de cualquier grupo humano, sino la gente no se identificaría con series como Dragon Ball”.
Otro que heredó la pasión por la cultura incaica fue Mario Santillana, quien desde pequeño se interesó por conocer lo nuestro, ya sea en enciclopedias o en historietas. Para el fundador de StarToons Animation, productora con la que ganaron el premio DAFO del Ministerio de Cultura, nadie ha explotado la historia de los chaskis de la manera correcta. “Empezamos a investigar en serio, de manera profunda. Nos dimos cuenta que cualquier persona a la que le guste la ficción sabe más de cultura griega que de cultura incaica. Justamente eso queremos cambiar y que los niños jueguen a ser chaskis y no a ser narutos”.
Para Santillana, la película es un proyecto unificador. “Un dibujo animado lo ve un niño de La Molina que no viaja (al interior del país) o un niño de Huancayo. Si los personajes respetan a su familia, no hacen daño y protegen las cosas buenas, lo aprenden todos, no importa de dónde sean ni el nivel socioeconómico. Es el vehículo de comunicación y educación más potente que tiene la humanidad, porque lo ve todo el mundo”, expresa, emocionado.
César, el mayor del grupo, dejó el Derecho para seguir los pasos de sus amigos. Admite que durante muchos años no sabía casi nada del país. Fue recién cuando viajó a Finlandia que despertó su interés por sus raíces. “No conocía al Perú como quisiera. Cuando estás lejos te preguntas ‘quién soy’. No sabemos nada de nuestra historia, no nos enseñan bien, pero es responsabilidad de uno mismo educarse”. Mientras los tres amigos de La Molina bromean entre sí, Alessandro Lau (asistente de dirección de arte) se limita a observarlos. “Soy la sombra de ellos, los escucho y reúno los datos para visualizar a los personajes. Es un trabajo en conjunto”, manifiesta el cuarto integrante del proyecto.
Somos uno de los países que más consume anime. Crunchyroll nos tiene en su ranking de los diez países que más consume este formato.
Los artistas la tienen clara. El fin de Chaskis, mensajeros del sol no es educar. “No buscamos instruir, sino utilizar este universo para crear y por medio de él transmitir aventuras que se lleven a cabo dentro de un contexto que sí educa. Aunque los elementos, los lugares, las palabras y las comidas plantean cómo era la vida de aquel entonces, no es nuestra intención que la gente conozca los datos históricos (años, direcciones, nombres). Para eso están los documentales, los reportajes”, manifiesta Agurto.
César añade que en este proyecto, que tiene el visto bueno de una historiadora, han aplicado conceptos prehispánicos como la dualidad. “Todos somos el balance entre lo bueno y lo malo”. También prevalece el trabajo en conjunto. “En la narrativa occidental se suele tener un solo protagonista porque es una cultura muy individualista; pero en la cultura andina es colectivo, todo se hace en grupo. Es bacán traer esos conceptos tan antiguos por medio de la animación para que entiendan cómo funcionaron”.
Si todo sale como lo han visualizado, Chaskis, mensajeros del sol se estrenará a finales de 2024 y podría tener gran acogida; ya que somos uno de los países que más consume anime. “Crunchyroll (plataforma de streaming especializada) nos tiene en su ranking de los diez países que más anime ve. Lo que estamos haciendo es abrir puertas para generar industria. Nosotros dimos ese primer paso, nos atrevimos. Los siguientes dirán: ‘yo también quiero, yo también puedo’”.
El premio DAFO ha permitido a los artistas avanzar con el guion y el teaser, pero no es suficiente para cubrir todo. La única forma es una coproducción. No aceptarán ser excluidos de la realización. “Una parte pone toda la inversión y nosotros la investigación y dirección. Por ahora estamos buscando financiamiento por nuestra cuenta. Tenemos un par de propuestas. No podemos decir más. De que hay luz, hay luz”.