Para Ernesto Pimentel la llegada de su hijo Gael no ha sido una razón para detener un poquito todos los proyectos que tiene en la cabeza, sino un poderoso aliciente para llevarlos a cabo. Hoy domingo celebrará su primer Día del Padre, pero las celebraciones empezarán dos días antes, el viernes, porque ese día su bebé cumple once meses.
“Ese día celebro, inflo globos, preparo una torta que aprendí a hacer por Internet, le canto, lo peino, le hago show de títeres, nos reímos con él y con Miluska. Ese es mi día del padre”, dice.
El domingo será una continuación de esa primera celebración. Planean pasar una tarde tranquila, jugueteando un poco en el jardín y disfrutando el momento. Cuenta que su bebé todavía no come casi nada de lo que habrá en la mesa, pero celebran para guardar las fotos y para que sea un recuerdo de la preocupación y el tiempo que le están dedicando.
A pesar de sus múltiples actividades, Ernesto siempre se da tiempo para dedicárselo a Gael: lo baña y le hace masajes todos los días. También le canta y le pone un set de canciones por las noches. Él vive con Miluska Jácome, que es su manager y productora, así que cuando llegan de grabar el programa pasan su tiempo con él haciéndole juegos.
“Le gusta Alla Turca, de Mozart, y yo babeo. Claro, también le gustan canciones de niños”, cuenta.
Convertirse en padre era una idea que acariciaba hace muchos años y ya lo había conversado con Miluska, su amiga desde que ambos empezaron en la televisión. Hace dos años decidieron que podían dar ese paso. Ernesto me dice por la línea telefónica que Gael no es una meta, no es un punto de llegada, sino un punto de partida.
“Decidí tener un hijo porque era parte de mi sueño. Se dieron las circunstancias porque lo he tenido con Miluska, que hace tiempo compartía conmigo esta posibilidad. Los dos somos padres de Gael, que viene como una esperanza y una expectativa para depositar en él lo mejor de lo que somos ella y yo”, dice.
-¿Cómo ha cambiado tu vida desde que él llegó?
Él me da tranquilidad, calma, y la posibilidad de tener como un reloj de vida en casa. Me ha sostenido la mano cuando parecía que yo lo estaba sosteniendo a él. Y en estas circunstancias tan difíciles ha cambiado mi visión de estos primeros meses.
-¿Qué quieres para él cuando crezca?
Mi hijo ha sido un niño esperado, un niño de oro. Yo quiero ver a mi hijo grande, que sea feliz, que sea bueno. No sé si será una lumbrera en lo cultural, si será artista, lo que él quiera, yo lo apoyo. Esa es mi expectativa.
-Este es un año especial porque él cumple un año y tú llegas a los cincuenta
Momentáneamente he decidido suspender mis cincuenta hasta nuevo aviso. Estoy en suspensión perfecta (risas). Para Gael estamos viendo una serie de cosas para celebrar su cumpleaños, quizá con una institución, para ayudarla. Los padres gastan mucho en hacer esa fiesta y nosotros queremos ayudar a un grupo de personas, a niños sobre todo.
Ernesto está claro en que, aunque él le ha dado un papá y una mamá a Gael, una persona puede realizarse, ser una persona completa, aunque no tenga hijos. “La paternidad o la maternidad es un llamado al que no todos tienen que responder”, dice. Ellos dos toman decisiones compartidas y todo lo hacen en beneficio de Gael.
La Chola Chabuca
Hace más de veinte años que su personaje, La Chola Chabuca, llegó a la televisión y le cambió la vida. Su humor inteligente, rápido, su empatía con el público, lo llevó de las apariciones iniciales en la pantalla chica a tener programa propio. Pero el camino no fue fácil. Ernesto ha superado escollos, empezó desde abajo, y es además un sobreviviente.
Siempre ha contado que de chico vivió en un pueblo joven, en casa de madera y esteras, que compraba agua, que estudiaba con luz que sacaba de una batería, que debió trabajar desde muy joven y que soñaba con tener una casa. Con el tiempo consiguió eso y más. Tantos años después y con una carrera consolidada, los astros siguen alineados a su favor.
-Es un buen momento para hacer un balance sobre las cosas que has conseguido
Ninguna cosa de las que he hecho ha sido fácil. Me siento una persona en construcción, con ganas de que todavía vean lo mejor de mí. He recorrido el mundo con mi trabajo, he tenido la suerte de estar en HBO, E Entertainment, Film and Arts. Hacía Stand Up sin saber que lo era, hacia Drag Queen sin saberlo. De haber dibujado una casita, de soñarla, pase a convertirla en un hecho real. Pero mi principal éxito, de lo que me siento orgulloso, es del día a día.
-Eres una persona con éxito televisivo, ayudas a la gente, eres empresario. Has logrado un montón de cosas.
Yo era una persona que en el año 2000, con el cometa Halley pasando, dije: “Diosito, déjame vivir”. Quería vivir, ese era mi sueño. (Le habían diagnosticado que era seropositivo) Y ahora, el 2020, es un plus. Si me dices cual sería el milagro, creo que es haber resistido. Me sobrepuse a tener todo en contra y siempre he tratado de brindar lo mejor de mí. Me siento orgulloso de haber recibido premios en el extranjero y de entablar amistad con personas que admiraba y ahora son cercanos. A veces veo gente joven, reconozco un talento particular y trato de ayudarlo. No me molesta retuitear, llamar, recomendar, apoyarlos.
-La pandemia del Covid-19 detuvo tu programa y ahora has vuelto ¿Es difícil grabar en estas circunstancias?
Cuando empezó esto nos fuimos a casa y empezamos a pensar alternativas para sacar adelante el programa. Durante dos meses lo hicimos de manera virtual. Cuando el canal decidió empezar de nuevo, con un protocolo, en Pachacamac, volvimos a trabajar. Nosotros tomamos nuestras propias medidas: primero medio programa en vivo y la otra mitad grabado, y ensayábamos por Zoom. Todo el proceso de producción se ha digitalizado. Y además teníamos un propósito: comprometíamos a un artista y eso nos permitía llevar ayuda a un grupo de personas.
Como parte de esas acciones hace poco Ernesto y un reportero de televisión, junto a Deivis Orosco, llevaron ayuda a un asentamiento humano. Fueron con dos toneladas de víveres y él regaló tablets a un grupo de chicos para que pudieran estudiar. “Cuando nos fuimos, querían ponerle Chola Chabuca a su comedor. Les dije que no, que había otras personas que también habían hecho posible eso”. Para él, el entretenimiento puede brindar un aporte social.
Contra la pandemia
Ernesto está en varios proyectos a la vez y ahora también estará en la obra Congreso, todos los viernes y sábados, desde el 24 de junio hasta el 11 de julio, por Zoom. El año pasado estuvo en la obra Maestra Vida, bailando, cantando, actuando, y este año lo veía complicado. Pero lo llamaron de Sala de Parto para la obra y está encantado.
“Cada año hago una obra de teatro para ponerme a prueba, confrontarme. Esta vez, lo que logremos va a ser para la institucion Presente, que vela por la comunidad LGTB, para apoyar a mujeres trans de Lima Este a que logren metas como estudiar y terminar su secundaria”, explica.
La pandemia también ha paralizado en parte El Circo de la Chola Chabuca. Pero no se rinde. Cuenta que este año habrá circo: “Tengo una edición grabada en alta calidad de la temporada del año pasado y estamos viendo en que plataforma podemos ponerla. Y he escrito un cuento con el script de lo que iba a ser el circo de este año. Estoy viendo en editarlo primero en digital y después en impreso para distribuirlo”, cuenta.
Todo eso hace Ernesto Pimentel mientras también cuida de Gael y trata de darle lo mejor de su tiempo. Ahora ve cada día como una oportunidad más. “Vivo haciendo planes, afinando apuntes de mi biografía. Mi creatividad, mi alma, mi espíritu, no están en cuarentena. Ni mis ganas de seguir”. En tiempos tan difíciles como los que vivimos, eso es lo que celebrará hoy domingo, mirando, abrazando a Gael: sus ganas de seguir.