La definición de mañana en Río de Janeiro será la tercera de una Copa del Mundo entre Alemania y Argentina. Están 1-1 tras los cruces definitorios de México 1986 e Italia 1990. Repetida.,Segundo Alcalde Los Mundiales de fútbol, al igual que el tiempo, siguen marchando inexorablemente, y, no obstante, en su transcurrir casi imperceptible, van dejando imágenes, gestos puntuales y frases que muchas veces son imborrables para el ser humano. Como aquella escena en la que Diego Armando Maradona alzó la Copa FIFA en México 86 tras derrotar a Alemania. O tal vez, aquel gesto de amargura –cuatro años después en Italia– que hizo el propio astro argentino al ver cómo el capitán germano Lothar Matthaus besaba el trofeo y sonreía también. ¿Pero por qué describimos estos dos momentos memorables de la Historia de los Mundiales? ¿Por qué nos centramos en las ediciones de México 86 e Italia 90? Simple: mañana una vez más estarán frente a frente, redoblando esfuerzos en busca de la gloria, tanto argentinos como alemanes. Un duelo con mucha historia que se repetirá por tercera vez en Brasil 2014. Repasemos momentos históricos de ambos duelos empezando por el jugado el 29 de junio en el Estadio Azteca de la capital de México ante 114.600 espectadores. Y luego recordaremos lo sucedido un 8 de julio de 1990 en el Estadio Olímpico de Roma con 73.603 almas como testigos. Dios estuvo en México Argentina para llegar al México 86 sufrió mucho en la ronda de clasificación para eliminar a Perú. En el Mundial, la historia fue diferente porque el equipo albiceleste superó todos sus obstáculos de la mano de un Diego Armando Maradona, la figura excluyente del torneo. José Brown, en el minuto 23, y Jorge Valdano, en el 56, daban una plácida ventaja a los argentinos ante Alemania Occidental, pues entonces aún estaba dividida por el muro de Berlín. Pero ellos reaccionaron en el complemento y llegaron a igualar gracias a los tantos de Karl-Heinz Rummenigge y el goleador Rudi Voller. Los argentinos empezaron a sudar frío, pero apareció Diego Maradona, quien se zafó de un fuerte marcaje, logró espacio para controlar el balón y ceder un pase como con la mano para Burruchaga, quien no falló en el mano a mano contra Harald Schumacher para decretar el 3-2 que llenó de alegría al pueblo argentino. Código penal Cuatro años después, ambas selecciones se volvieron a ver las caras en una nueva final que no fue emocionante como la de México. El partido se decidió en los once metros. El colegiado mexicano Edgardo Codesal consideró falta dentro del área una entrada del central argentino Néstor Lorenzo y la posterior caída de Rudi Voller. Una jugada muy polémica que supo concretar Andreas Brehme a cinco minutos del final. Goycochea, figura en los penales ante la extinta Yugoslavia e Italia, no logró atajarlo. Maradona terminó en llanto, mientras Matthaus dibujada una sonrisa en su rostro. Mañana en Río de Janeiro se escribirá un nuevo episodio de este duelo con mucha historia.