La tabla de posiciones no miente y caemos en la realidad de que volver a un mundial después de 36 años no era el inicio de una nueva era del fútbol peruano. Luego de nueve fechas jugadas de las Eliminatorias Sudamericanas, un proceso alicaído y más interrogantes que respuestas, la Bicolor se ubica última en la fila de un torneo que parecía accesible para cualquiera, teniendo en cuenta que seis países irán directo al mundial y uno irá por el repechaje.
A los dirigidos hoy por Jorge Fossati se les agotan las posibilidades de volver a un campeonato del mundo. Y es que Perú mordió el polvo de la derrota tras caer 1-0 ante Ecuador, en la altura de Quito. Con Anderson Santamaría como única variantes en relación con el once que jugó ante Colombia, definitivamente la selección peruana no la pasó nada bien en el primer tiempo ante el equipo de Sebastián Beccacece.
Todo el peso, en los primeros 45 minutos, lo llevaron el bloque defensivo y el arquero Pedro Gallese ante la nulidad para generar cierto peligro en arco contrario. Perú intentó agruparse en defensa y tratar de salir rápido por los costados con Advíncula y López, y si bien lo primero pudo darse, no tuvieron la sapiencia necesaria para inquietar en campo contrario. Más allá de su lucha en defensa, muy pobre lo de Valera, Lapadula y lo realizado por el propio Peña.
Ecuador tuvo el control del encuentro y bien pudo llevarse la victoria al vestuario, pero Gallese estuvo enorme y salvó su portería hasta en dos claras ocasiones tras remates de Mercado y Preciado.
Para la segunda mitad, Fossati mandó a Zambrano, Archimbaud y Sonne, y si bien Perú mejoró en el control del balón, se mantuvo el sufrimiento en defensa.
Perú debe voltear la página y pensar en la fecha doble de Eliminatorias de octubre para comenzar a recuperar terreno.
Propio de ello fue que, a los 54 minutos, tras un buen centro desde la izquierda de Franco, Enner Valencia, con fortísimo cabezazo, superó la resistencia del arquero nacional. Con el marcador en contra, todo se puso más cuesta arriba para la Bicolor, porque nunca encontró ni los espacios ni la contundencia necesaria para hacer daño a una dura, segura y ordenada defensa ecuatoriana.
Valera y Lapadula se quedaron sin piernas por el propio despliegue físico que realizaron; sin embargo, el técnico Fossati optó por Ormeño como solución en el ataque en vez de mandar a un jugador como Bryan Reyna, quien pudo buscar algo más con su velocidad y movilidad.
Ecuador tuvo el control del juego en todo momento, pero el marcador no se movió más. Perú está último en la tabla con apenas tres puntos y la ilusión de estar presente en un nuevo mundial se aleja.