En el Mundial 1978, la selección peruana se midió en el estadio Gigante de Arroyito ante Argentina. El resultado final fue de 6-0 a favor de la Albiceleste. Pero la goleada del cuadro argentino no fue lo único que llamó la atención en aquel encuentro. Muchas personas consideraron aquel duelo como un escándalo. Incluso, se habló de sobornos de por medio. Pero ¿qué factores generaron que el cotejo mundialista sea considerado un partido arreglado y polémico?
Tras la derrota de la Blanquirroja, hubo algunos jugadores peruanos que fueron señalados como los artífices de la caída. Una de ellos fue el exjugador peruano Rodulfo Manzo. Pero no fue el único, ya que existe la hipótesis de que todo el cuadro nacional recibió un ‘incentivo’ para perder.
Argentina vs. Perú del Mundial 1978 es un cotejo que, pese a los años, sigue generando todo tipo de teorías conspirativas e hipótesis, sobre todo porque el cuadro Albiceleste necesitaba ganar para asegurar su permanencia en dicha edición de la Copa del Mundo. En ese sentido, te contamos las principales que se desprendieron de aquel duelo, las cuales dieron origen a la creencia de que el partido estuvo arreglado.
Una de las primeras acciones que originó un ambiente de tensión al compromiso fue la visita del dictador Jorge Videla y el ex secretario de Estado de los EE. UU. Henry Kissinger al vestuario de la selección de Perú minutos antes del inicio del partido. El entonces presidente argentino saludó a los peruanos e incluso les dedicó una breve arenga.
Lejos de ser un motivo de inspiración, su estancia en el camerino generó temor en los integrantes de la Blanquirroja. Así lo reveló tiempo después el exjugador Juan Carlos Oblitas.
“La presencia de Videla en nuestro vestuario fue terrible. Algunos, acaso intimidados, dejaron de cambiarse para escucharlo. Yo, con más experiencia, seguí en lo mío, detrás de una pared, apenas lo oía hablar. No quería que nada interrumpiera mi concentración”, aseguró Oblitas.
El relato que más aceptación ha tenido entre los fanáticos del balompié es sobre el presunto soborno al plantel peruano. Existen principalmente dos datos que intentan confirmar esta teoría. La primera de ellas es la decisión de la Bicolor de salir a jugar con la camiseta alterna. Esto, según se cuenta, a fin de evitar ‘manchar’ la principal y oficial.
Sin embargo, dicha leyenda no tiene mucha veracidad, puesto que la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) determinaba los atuendos con los que salían ambos equipos. Dicha institución estableció que Perú juegue con la sudadera alterna.
La selección peruana jugó el encuentro Argentina en el Mundial 1978 con la camiseta alterna. Foto: La República
Un año después del Mundial Argentina 1978, un periodista colombiano reveló un dato que generó gran controversia. Este aseguró que el excampeón de los pesos medianos Jorge Fernández le aseguró que Rodulfo Manzo le había dicho a él y al exentrenador de Vélez Antonio D’Accorso que la Bicolor recibió la suma de 50.000 dólares para no rendir de manera óptima en el cotejo ante la Albiceleste.
Cabe indicar que Fernández trabajaba como masajista en el club Vélez, el cual había contratado al defensa peruano tras la Copa del Mundo. La revelación originó problemas en Argentina, sobre todo al equipo en el que jugaba Manzo.
Es por ello que, al siguiente día de darse a conocer el presunto soborno, el zaguero fue escoltado por sus colegas del club al tercer piso de la sede de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para brindar sus declaraciones ante un grupo de periodistas.
Rodulfo Manzo tuvo que salir a desmentir que la selección peruana había sido sobornada para que pierda el partido ante Argentina en el Mundial 1978. Foto: composición LR/TodoSport/Cultura Redona
En aquella ocasión, Manzo aseguró no haber recibido ningún soborno previo al duelo ante Argentina. “Certifico en forma terminante que yo, Rodulfo Manzo, de nacionalidad peruana, pasaporte n.º: 583.177, no he recibido dinero ni mis compañeros de equipo de la selección de Perú en el partido jugado en Rosario frente a la selección Argentina por las semifinales del Campeonato Mundial 1978, y certifico no haber hablado con D’Accorso sobre el tema en cuestión”, aseveró.