Los Juegos Olímpicos más esperados de la historia, tras ser aplazados hace un año por la pandemia, quedaron oficialmente inaugurados este viernes por el emperador japonés Naruhito. Y el pebetero, encendido por la tenista Naomi Osaka, ya ilumina el cielo de Tokio, después de una ceremonia sin público en el Estadio Olímpico y con restricciones en el tradicional desfile de los deportistas.
La ceremonia tuvo el desfile de los 204 países participantes, ante la presencia de casi 1.000 personalidades, como espectadores y dirigentes. El motivo de las restricciones de la asistencia en el Estadio Olímpico de la capital japonesa, con capacidad para 68.000 personas, es evitar los riesgos de la pandemia de la COVID-19.
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