No hay nada más refrescante para un equipo de fútbol que un triunfo después de una dolorosa derrota. Esta era la situación en la que llegaban Sporting Cristal y Universitario al ‘clásico’ de la fecha, una oportunidad para que los rimenses se sacudan de haber comprendido por las malas que la ‘religión del toque’ no es aplicable contra todos y para los cremas de olvidar el golpe que la jerarquía internacional le dio a la llamada ‘garra’.
Pese a vestir de negro, fue Cristal el que pudo terminar el luto de la caída copera. Los dirigidos por Roberto Mosquera consiguieron imponerse por 1-0 en un partido parejo en voluntades y que inclinó la balanza gracias a un error que ya parece ser endémico en la defensa merengue: la pelota parada.
Y no es que el tanto de Cristal haya llegado con un agónico cabezazo tras una descoordinación como pasó con Palmeiras. A los 15 minutos, en un tiro de esquina a favor de los celestes, Federico Alonso sujetó en el área a Omar Merlo hasta derribarlo. El árbitro Michael Espinoza cobró el penal, aunque la tarjeta amarilla fue inexplicablemente para Valverde.
La ejecución de la pena máxima estuvo a cargo de Alejandro Hohberg. El extremo constató una antigua ley futbolera y, con serenidad, le encajó el tanto del triunfo a un arquero que ya conocía su forma de disparar. Fue el 1-0 que no se movería más y que garantizaba 3 puntos para un Cristal que, más tranquilo en la cima de la Liga 1, ya está mirando a la Copa.
Universitario tiene garra, eso no se puede negar, lo había demostrado a mitad de semana peleando el partido ante el campeón de la Libertadores pese a su notoria inferioridad. En el segundo tiempo, dio pruebas de que esto no es un simple cliché del fútbol nacional.
La U se animó a ir al frente, incluso a tal punto de hacer figura al arquero Solís. No obstante, la mala fortuna y su poca claridad para aprovechar su propio ímpetu se conjugaron. La más clara fue un remate que Gutiérrez falló prácticamente solo.
Pero lo que quedó claro es que la ‘U’ tiene un plantel corto. Cuando Cristal ya había hecho sus 5 cambios, Comizzo solo había realizado uno. Un problema que conforme pasen los partidos traerá más problemas.
Dos realidades se enfrentaron y si calculamos eso, la lógica se dio, a mitad de semana hay otra chance internacional para ambos, esperemos que las lecciones hayan sido aprendidas y la ansiada redención llegue para los dos.
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