WWE ha sido muy criticada estos últimos meses debido a que siguió con su programación normal a pesar de que Estados Unidos se convirtió en el epicentro del coronavirus y hoy en día acumula 1.263.092 personas contagiadas y 74.799 fallecidos. Luego, despidió a una gran cantidad de luchadores, productores, árbitros, guionistas y personal.
Esta semana sumó un nuevo caso de controversia con el reciente libro publicado de Nikki Bella: Incomparable. En este texto, la expareja de John Cena revela duros relatos de su vida privada: sufrió abuso sexual cuando era joven y este miércoles se pudo conocer que estuvo a punto de romperse el cuello por negligencia de la misma WWE.
La retirada superestrella relató en biografía que hubo una época donde le dolía bastante el cuello y había perdido en gran parte la sensibilidad en las piernas, y que por su amplia experiencia en el mundo de la lucha libre sentía que era de gravedad. Sin embargo, los médicos de la WWE le dijeron que todo estaba bien y le negaron a hacerle los exámenes respectivos.
Nikki Bella y la gran sorpresa
"Pedí una resonancia magnética, pero me dijeron que no mostraría nada nuevo. No respondieron cuando les expliqué que se me estaban entumeciendo las piernas y que se me dormían en los combates. Finalmente, pudo hacerme una... Estaba en Austin, Texas, y estaba detrás del escenario. Un médico se me acercó para decirme: 'Para que lo sepas, no vamos a encontrar nada'. Hubiera dado cualquier cosa para que eso sea cierto", explica en su libro.
Nikki Bella señala que pese a todo se hizo una prueba por su cuenta y el resultado fue catastrófico: “Había perdido el título y mi revancha se acercaba. Tuve un combate en San Diego para Raw que gané y volé a Phoenix para SmackDown la noche siguiente. Fui a la resonancia ese martes por la tarde antes de la grabación. El médico lo miró y dijo: ‘Esta chica está a punto de partirse el cuello por la mitad’”.
Después de aquel episodio, la WWE la mandó a su casa, pero no pudo contactarse con el especialista y evidenció el favoritismo que tienen los luchadores. Posteriormente, se sometió a una operación quirúrgica, la cual fue exitosa y se retiró momentáneamente de los cuadriláteros.
"Quería ver al director médico de WWE, pero parecía que no podía conseguir una cita con él. Finalmente, envié un mensaje de texto a la oficina: “¿Es porque soy una mujer que no recibo el mismo tratamiento que las superestrellas masculinas?”, sostuvo la también modelo norteamericana.