Este domingo 2 de febrero Chiefs de Kansas City y los 49ers de San Francisco disputarán la gran final del Super Bowl LIV. El espectáculo vuelve a Miami luego de diez años de espera gracias a la reestructuración del mítico Hard Rock Stadium.
El proyecto arquitectónico del partido definitorio de la National Football League sentó sus bases en un escenario multipropósito: tiene capacidad para albergar torneos de tenis o multitudinarios conciertos de música y apunta a ser una de las sedes de la Copa Mundial de Fútbol de 2026.
El estadio de los Dolphins, inaugurado en 1987, requería de una remodelación exhaustiva si deseaba seguir en el sistema de rotación del Super Bowl, por lo que el propietario del equipo, Stephen Ross, corrió con los gastos de inversión.
“El Super Bowl no estaría aquí si no hubiera sido por la enorme inversión privada de los Dolphins”, dijo Rolando Aedo, ejecutivo de la Oficina de Visitantes y Convenciones de Miami.
La ciudad enfrentó una racha diez años sin poder presenciar el certamen deportivo, pero finalmente la espera terminó. "...todo el crédito es para Stephen Ross, quien firmó el gran cheque para modernizar el estadio”, comentó el presidente del Super Bowl Host Committee de Miami, Rodney Barreto.
La historia entre Miami y el Hard Rock Stadium es vasta. Fue recinto de 5 de las 54 ediciones del evento y en esta sexta oportunidad espera sorprender gratamente a todos sus asistentes.
Situado en 347 Don Shula Drive de Miami Gardens, fue bautizado en un inicio Joe Robbie Stadium, en honor al fundador de los Miami Dolphins, un equipo local de fútbol americano.
La remodelación se dio en 2016 y tuvo el valor de 355 millones de dólares. Desde entonces se convirtió en uno de los estadios más modernos de todo Estados Unidos.
Hard Rock Stadium ahora ofrece una visión óptima del campo de juego a todos los espectadores, sumado a exclusivos palcos, concesiones de restaurantes, túneles para los asistentes y hasta un toldo especial para resguardar el evento del calor o frío.
La suite más cara alcanza el costo de US$ 770.000 y cuenta con accesos a pasillos especiales, servicios de comidas y bebidas, asistentes personales y estacionamientos exclusivos.