Hinchas y jugadores estuvieron en alerta cuando un tumulto de personas empezaron a rodear al estratega rumano, Eugen Neagoe, quien previamente había sufrido una descompensación cuando se encontraba dirigiendo desde el banquillo de suplentes.
El fútbol se paralizó en el minuto 25 del primer tiempo. Tanto los futbolistas del equipo local, Dinamo de Bucarest, como los del equipo visitante, Universitatea de Craiova fueron testigo de cómo el entrenador rumano del Dinamo, Eugen Neagoe, empezó a tener dificultades para respirar.
Una tensión masiva había acaparado al partido de fútbol . Hasta el banquillo llegaron los enfermeros para atender al estratega rumano. Alrededor de 15 minutos intentaron controlar el estado de Eugen, pero cuando todo parecía optimizado, el entrenador inició un cuadro de infarto.
El árbitro tuvo que dar luz verde para que ingresara el equipo de reanimación en la ambulancia del estadio Arena Nacional de Bucarest. El mismo vehículo fue utilizado para transportar a Neagoe al hospital Floreasca de Bucarest.
A pesar que los jugadores del Dinamo de Bucarest estaban al borde del llanto por la condición de su estratega, el árbitro tuvo que reanudar el partido de fútbol con normalidad. El encuentro terminó 2 a 0 a favor del equipo visitante.
Los primeros reportes anuncian que se pudo controlar el infarto que sufrió el estratega. Además, se acentúa la rápida intervención de los paramédicos, quienes evitaron que el hecho termine en un fatal desenlace.