Año tras año, numerosos seguidores esperan con alegría la llegada de las festividades navideñas, ansiosos por participar en una de las tradiciones más arraigadas de la temporada: la creación y embellecimiento del árbol de Navidad. Sin embargo, muchos desconocen el momento preciso para añadir la estrella, el toque final a esta tarea.
La mayoría de los elementos decorativos durante las celebraciones navideñas tienen significados especiales, y la estrella que corona el árbol no es una excepción. Descubre en este artículo cuándo y por qué se coloca este adorno tan emblemático.
Un árbol de Navidad no se considera completo sin la presencia de una estrella en su cima. Este elemento reviste gran importancia al estar inspirado en la estrella de Belén, que condujo a los Reyes Magos hasta el lugar del nacimiento de Jesús.
Esta estrella desempeñó un papel crucial al guiar a los Reyes Magos para que pudieran presentar sus regalos al Niño Jesús: oro, incienso y mirra. Además, se sostiene que la luz de la estrella simboliza la fe y la esperanza, sirviendo como guía para todos aquellos que creen.
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La estrella, que es el toque final en la decoración del árbol, se añade durante la Nochebuena, específicamente el 24 de diciembre. Es una tradición común que el miembro más joven de la familia realice este acto con la asistencia de un adulto, para que pueda llegar a la cima y colocar la pieza decorativa.