Aunque su padre le puso Rivaldo por el famoso delantero brasileño, su destino nunca estuvo marcado por la pelota, sino por los libros. El futuro ingeniero aeronáutico nació en un pequeño pueblo ubicado en el interior del país, llamado Panao, y creció jugando entre los sembríos, las matas y la tierras, lejos de la idea de verse como un astronauta profesional.
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Sin embargo, su vida cambió radicalmente cuando sus padres decidieron dejar sus chacras, sus animales y todo lo que conocían para mudarse a la ciudad de Huánuco. El objetivo era que Rivaldo y sus hermanos pudieran tener más oportunidades en cuanto a la educación. Este sacrificio fue aprovechado al máximo, ya que Rivaldo no solo logró ingresar a la UNMSM y destacar académicamente, sino también ha sido seleccionado para participar primera misión latinoamericana de investigación análoga sobre Marte. Y todo a los 23 años.
—Te mudaste a Lima cuando solo tenías 16 años, ¿fue duro para ti dejarlo todo para forjarte un futuro en la capital?
—Yo vine a vivir solo a Lima y sí, definitivamente fue duro. Creo que es un desafío que gran parte de los provincianos tenemos que enfrentar. Hay una bonita frase que dice "para avanzar hay que dejar algo atrás" y yo desde un inicio fui consciente de eso, que para llegar lejos a veces hay que hacer muchos sacrificios. Y a pesar de tener 16 años, yo sabía que ese sacrificio valía la pena. Un sufrimiento instantáneo para una alegría más duradera, siempre me repetía.
—¿Siempre tuviste claro que estudiarías una carrera universitaria al terminar el colegio?
—Como vengo del campo y ahí no se habla mucho del tema, no es algo que uno se pone a pensar. Pero todo cambió cuando al mudarme a Huánuco una de mis medias hermanas se convirtió en la primera de la familia en pisar una universidad y ella nos dio el ejemplo de que hay algo más allá del campo, porque si me quedaba (en su antigua casa en Panao) posiblemente hoy sería agricultor.
—¿Cómo nació tu pasión por la ingeniería y las ciencias aeroespaciales?
—Desde pequeño tenía una cierta inclinación por el espacio. Siempre me quedaba mirando la Luna preguntándome cómo el ser humano fue capaz de llegar hasta ahí y en búsqueda de una respuesta es que decidí ahondar en el sector espacial, que es una ciencia que me apasiona mucho. Y como en el Perú no existe una carrera como tal, la que más se asemejaba era Mecánica de fluidos en San Marcos y ahí tracé mi objetivo.
—¿De qué trata exactamente el proyecto en el que participarás?
—Una de las formas en que se plantea que el hombre viva en Marte, cuando establezcamos nuestros asentamientos allá, es de manera subterránea, ya que así nos evitamos ciertos problemas como por ejemplo la radiación cósmica. Y como el viaje a Marte recién se ha planteado desde el 2030 para adelante, la mayoría de las agencias espaciales están concentrando todos sus esfuerzos en realizar análogos para prepararnos y sentar una base cuando viajemos para allá.
Es así como la agencia española Astroland Interplanetary Agency ha condicionado una cueva subterránea en Cantabria que cuenta con algunas semejanzas a Marte. Tiene 1,5 kilómetros y unos 300 metros de profundidad, o sea es muy larga y está a buena distancia de la superficie, incluso hay un lago subterráneo. Ahí se ha desarrollado un hábitat de como más o menos sería Marte, el cual viene equipado con todo lo necesario para instalarnos por dos semanas.
La idea es que durante este tiempo podamos hacer diversos proyectos que cada uno ha planteado. Yo plantee uno relacionado a mi área, que es dinámica de fluidos, pero mis compañeras mexicanas y chilenas harán investigaciones de medicina espacial, astrobiología, arquitectura e ingeniería aeronáutica.
—¿Cómo así te llegó la oportunidad de participar en este importante proyecto?
—Cuando hice intercambio estudiantil en México, estuve en el IPN estudiando ingeniería aeronáutica y ahí conocí a los profesionales más destacados de México. Ellos me invitaron a formar parte de la Fundación Acercándote al Universo (FAU), que busca agrupar a los talentos latinos del sector espacial y articular esfuerzos con la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE). Meses después, esta misma organización lanzó la convocatoria para toda Latinoamérica y no dude en participar. Envíe la documentación necesaria y bueno, de toda Latinoamérica hoy me toca representar al Perú.
Rivaldo Durán hizo un intercambio estudiantil en una universidad México. Foto: Andina
—Me imagino que al igual que tú, cientos de estudiantes habrán postulado, ¿cuáles fueron los requisitos que solicitaron para formar parte de la misión?
—Algunos de los documentos que nos pidieron fueron el currículum vitae, el historial de notas, recomendaciones de docentes e investigadores y certificados de capacitaciones relacionados a la temática del proyecto que vamos a realizar; en mi caso, tenía que demostrar que tenía conocimientos sobre mecánica de fluidos computacionales CFD. También pedían haber trabajado en proyectos semejantes o relacionados del sector, un examen médico, un examen psicológico, una entrevista y toda la documentación necesaria para viajar.
— ¿Cuál será tu rol en este proyecto? ¿A que te vas a dedicar los días que es dentro de esta prueba?
—Además de desarrollar la investigación que yo plantee cuando postulé, tengo un cargo, se me asigno ser ingeniero de tripulación. Entonces durante el tiempo que dure la misión cumpliré con el mantenimiento y la gestión de algunos equipos.
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— ¿Cómo te vienes preparando para este gran reto?
—Desde que nos seleccionaron, venimos preparándonos académicamente, es decir, estamos sentando las bases de las investigaciones y entrenando físicamente también, pues vamos a estar expuestos a condiciones extremas y usaremos equipamientos que son muy pesados. Por mi parte, estoy llevando una dieta estricta y entreno mucho.
— ¿Qué expectativas tienes con este proyecto?
—Yo creo que es el primer paso para alcanzar mi sueño, que es poder formar parte de las agencias más importantes del mundo. Si bien la empresa que está organizando este proyecto es una agencia espacial, mi mayor meta personal es formar parte de la NASA.
Además, si todo sale bien, a fin de año nos estamos presentando en París en el Congreso Aeroespacial Internacional y bueno, también quiero seguir formándome en el sector, hacer un posgrado, una maestría y un doctorado en universidad extranjera.