El verano es la época favorita de las moscas y no solo porque coincide con su ciclo de reproducción, sino porque tienen mayor disponibilidad de alimentos, ya que el calor hace que todo lo comestible se pudra con mayor rapidez. Por eso, no es raro que durante los almuerzos veraniegos veamos a muchas de estas volar sobre nuestra comida y hasta posarse en ella. Ante esta situación, ¿es correcto tirar la comida que han tocado estos insectos o deberíamos hacer como si nada pasara?
Para responder a esta interrogante, primero, debes comprender qué pasa cuando una mosca se posa en tu plato. Estos animales, al aterrizar en nuestros alimentos, comienzan a explorar el terreno y, si consideran que la sustancia es digna de comer, regurgitarán saliva sobre la superficie para poder digerirla, dice Ravindra Palavalli-Nettimi, profesora e investigadora de la Florida International University y Jamie Theobald en un artículo publicado en The Conversation.
Esto ocurre debido a que estas no cuentan con dientes o algún mecanismo similar con el cual puedan morder los alimentos. En vez de ello, tienen que expulsar saliva con ciertas enzimas para poder absorberla. Este proceso comienza minutos o segundos después de que la mosca aterriza sobre el productor. Además de regurgitar, el animalito podría defecar a medida que explora la nueva superficie.
Una mosca en la sopa. Foto: hogarmanía
Durante el día, las moscas suelen posarse en superficies altamente contaminadas, como los tachos de basura, heces y alimentos en descomposición. Por eso, no existe duda alguna de que estos insectos puedan transportar bacterias, virus y parásitos a nuestra comida cuando “aterrizan” sobre ella. Sin embargo, es poco probable que se desencadene una reacción que conduzca a la enfermedad de un persona sana promedio de un solo roce.
En ese sentido, la ‘vara de medir’ si se debe tirar un alimento sobre el que se ha posado una mosca es el tiempo que se ha parado sobre él, ya que las posibilidades de que los microbios se transfieran a tu comida se reducen considerablemente si este insecto no se posa más de unos pocos segundos. Si este es el caso, es muy probable que los productos sigan en buen estado y puedas seguir consumiéndolos como si nada hubiera pasado.
Estos insectos, que suelen aparecer con mayor frecuencia durante la época de verano, suelen vivir 28 días.
Las moscas reciben calor de fuentes externas. Foto: captura YouTube/Discovery
Algunos puntos que llaman la atención de las moscas son los restos orgánicos en descomposición o fermentación. Por ello, les atrae tanto el olor a vinagre. También les gusta el olor de fruta pasada o de carne en descomposición, y sobre todo el olor a heces fecales.
Mosca. Foto: Muy Interesante/referencial