El caso del peruano Fernando Ñaupari saltó al ojo público cuando decidió volver a identificarse como varón luego de haber optado a los 18 años por hacerlo como una mujer, incluso logró cambiar su nombre por Carmen Claudia y su género a femenino en su DNI.
De acuerdo con su testimonio, fue el acercamiento que tuvo con la religión lo que le hizo reconsiderar. Así, empezó a emprender el procedimiento ante las instancias correspondientes para obtener la identidad con la que en un primer momento no se reconoció.
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Fernando Ñaupari logró volver a tramitar su identidad, ahora como varón, en el 2017. Posterior a ello, emprendió su camino como pastor.
Fernando Ñaupari solicitó al Congeso de la República que se le identifique como varón. Foto: El Espectador/referencial
A raíz de su acercamiento a la religión evangélica, Ñaupari se convirtió en uno de los voceros de la asociación Ex LGTB Perú, organización que se encarga de realizar conferencias y difunde mensajes de odio en sus redes sociales en los que asegura que es posible “curar” la homosexualidad y cualquier otra identidad de género. Además, forma parte del sector religioso que promueve las “terapias de conversión” mediante la errónea idea de que la homosexualidad es vista como una “enfermedad”.
Fernando Ñaupari es actualmente un pastor. Foto: composición LR/Facebook/Fernando Ñaupari Buendia
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De acuerdo con Víctor Madrigal-Borloz, experto independiente sobre orientación sexual e identidad de género de las Naciones Unidas, las terapias de conversión son “inherentemente discriminatorias, crueles, inhumanas y degradantes” y “según el grado de dolor físico o mental infligido a la víctima, pueden equivaler a formas de tortura”, por lo que exigió un llamado a la acción en cuanto a la prohibición de estas prácticas.
A nivel mundial, solo ocho países han prohibido la aplicación en todo su territorio nacional: Grecia, Malta, Brasil, Chile, Ecuador, Canadá, Francia y Alemania.
En cuanto al Perú, el panorama no es nada prometedor, ya que solo se encuentra vigente el Decreto 1323, que permite denunciar situaciones de discriminación por orientación sexual e identidad de género, más no existen leyes que protejan a las diversidades en su totalidad.
A este tipo de prácticas también se les conoce como ECOSIG (esfuerzos para corregir la orientación sexual e identidad de género).