Es común escuchar a las personas que se han despertado deshidratadas y con un terrible dolor de cabeza por haber mezclado imprudentemente sus bebidas alcohólicas. Por tanto, la tradición popular aconseja no beber vino y cerveza o no mezclar ron y vodka en una misma noche. Pero ¿qué hay de cierto en esto?
De acuerdo con las investigaciones científicas, embriagarse y experimentar una resaca posterior surge por la cantidad de alcohol que hemos tomado y por el tiempo en el que lo hemos ingerido.
El organismo de una persona adulta puede eliminar una bebida estándar (unos 10 gramos de alcohol) cada hora. Si consumimos más alcohol del que el cuerpo es capaz de deshacer, las probabilidades de sentir un fuerte malestar después aumentan. Entonces, ¿qué tiene que ver el tipo de alcohol?
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Según la revista científica Muy Interesante, mezclar diversos tipos de bebidas alcohólicas no hará que te pongas más ebrio, ya que la tasa de etanol en la sangre depende exclusivamente de la cantidad ingerida.
Minsa emite alerta epidemiológica por casos de intoxicación por metanol en Lima y Callao. Foto: Archivo
En ese sentido, cuando mezclas ron, vodka, cerveza y otras bebidas, efectivamente te embriagas más, pero no porque suceda una reacción química producto de la combinación, sino porque estás tomando muchas cantidades de alcohol.
“En las fiestas, la gente empieza consumiendo un tipo de bebida alcohólica y decide experimentar con otras. Al día siguiente, la persona asocia su resaca con la mezcla de bebidas, en vez de relacionarla al exceso de alcohol”, explica el artículo de la revista.
Al mezclar bebidas como el pisco, la cerveza, el vodka y el ron es mucho más difícil controlar la cantidad de alcohol que estás ingerido, por lo que la probabilidad de beber más de la cuenta es mucho mayor.
Tomas bebidas alcohólicas en exceso es dañino. Foto: vinetur
En definitiva, combinar estos tragos no tiene por qué provocarnos problemas si se bebe con moderación.