Colgar zapatillas en la calle es una costumbre muy popular en varios países de Latinoamérica. En el Perú, por ejemplo, se les puede ver constantemente amarradas por sus pasadores a los alambres de electricidad. La mayoría permanecen ahí por mucho tiempo, pero de vez en cuando aparecen nuevos pares en sitios inesperados.
A lo largo del tiempo han surgido misterios sobre el significado de este accionar. De esta manera, leyendas urbanas se mezclan con su significado cultural y artístico. Acompáñanos a conocer más de sus significados.
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A lo largo de los años se le han atribuido múltiples significados. Foto: composición/ La República
De acuerdo con el programa “Versió RAC1″, que tiene una entrevista con la periodista Carmen Macías, quien ha realizado una investigación histórica sobre dicha cuestión, estos serían algunos de los significados más populares:
El fin del servicio militar
El origen de esta tradición se encuentra en Estados Unidos en los 60 o 70, pero también en Reino Unido. Es una práctica que se realiza en casi todos los países. Los militares suelen pintar sus botas de color amarillo o naranja. En este caso, quedan colgadas para celebrar que ha terminado el servicio militar.
La celebración de una boda
Este es quizá uno de los significados que circula con mayor antigüedad, así como uno de los más raros. En lugar de lanzar arroz a los novios, se les echaban zapatos, que posteriormente quedaban colgados. Por lo que si encontrabas zapatos en algunas zonas, estos eran registros de que allí hubo una boda.
Una gran cantidad de mitos se tejen alrededor de esta práctica. Foto: Marca/referencial
Punto de venta de estupefacientes
Este es el significado que se ha extendido con mayor popularidad. Los zapatos o zapatillas pueden indicar que nos encontramos en una zona donde se vende esta mercadería ilegal. Sin embargo, no resulta una opción muy lógica porque no sería listo indicar un lugar en el que se hace una práctica ilícita. Probablemente, este significado estaría relacionado con los estereotipos que se tienen de lugares más empobrecidos, en los que cuelgan zapatos en sus calles.
Lucha entre bandas
Esta también es una teoría muy popular. Sería una forma de indicar que allí hubo algún tipo de pelea y que aquella banda que perdió se ha quedado sin calzado. Por ello, colgar las zapatillas sobre los cables marcaría a quién pertenece ese territorio.
Una despedida funeraria
En casos como este, la práctica de colgar zapatos en los cables de las calles constituiría una especie de ritual de celebración y despedida. Al practicarlo, se informaría que alguien ha muerto en el seno familiar. Dejando los calzados en los cables de luz, el espíritu de la persona fallecida, cuando reencarne, podrá estar más cerca del cielo.
Colgar colgar zapatos en los cables de las calles constituiría una especie de ritual de celebración y despedida. Foto: ilustrativa: wradio
Celebraciones memorables
No todo tiene una apreciación negativa, ya que también funcionaría para señalarlo como un testimonio de una graduación, el inicio de un nuevo trabajo, el fin de una condena, la compra de un inmuebles, entre otros logros.
México es uno de los lugares donde más se realiza el shoefiti. Foto: Flickr/referencial
En España, todo esto tiene su origen en una tradición de ‘botas colgadas’ o ‘colgar las botas’ que se remonta a esos tiempos en los que los jóvenes españoles tenían la obligación de hacer el Servicio Militar Obligatorio, la “mili”. Al acabar el periodo de formación y salir del cuartel, se lanzaban las botas para que quedaran colgadas en algún cable cercano, dando lugar a la expresión ‘colgar las botas’, es decir de finalizar.
Según las calles de Perú y de otro países que tienen la misma temática en sus pasajes, las zapatillas que se cuelgan en los cables eléctricos son de diferentes modelos, colores y hasta disparejos. Incluso, más de uno habrá podido constatar que también se cuelgan zapatos.
Y si bien el significado por los que la gente decide colgar las zapatillas son diferentes, sí existe cierta concordancia en los calzados que están colgados, pues más de uno coinciden en ser par. Independientemente si son o no del mismo juego.
Diversos portales estadounidenses coinciden en que el primer par de calzados fue colgado a principios de los 90. Al parecer, una pareja inició una pelea de camino a su boda y el hombre arrojó los zapatos de su novia furioso hacia el árbol. Como quedaron enganchados y no los podían bajar, la pareja empezó a hablar y resolvió sus diferencias.
Cabe resaltar que mayor parte de las historias proceden del país referido, en donde, los zapatos colgantes son una forma de festejo.
Los zapatos colgantes llegaron incluso hasta a Hollywood. En la película ‘Wag the Dog’, aunque escapan de todas las leyendas populares, y más bien forman parte de una estrategia por la que Robert De Niro y Dustin Hoffman deciden lanzar zapatos a los árboles para distraer la atención de la opinión pública.
La popularidad de esta actividad llegó al cine de la mano Berry Levinson Foto: composición LR/captura
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Las autoridades del distrito berlinés de Friedrichshein-Kreuzberg no coinciden en el concepto artístico, y según declaraciones recogidas para la agencia DPA, opinan que “más bien se trata de basura”. De esta manera a todo aquel que se le encuentre colgando zapatos de cables o de cualquier otro mobiliario urbano será penado con una multa de 35 euros (50 dólares americanos).
En algunas zonas como Nueva Zelanda, el fenómeno de los zapatos colgantes se convirtió en un deporte amateur. En algunas zonas rurales los agricultores compiten para lanzar las botas o zapatos lo más lejos o alto posible.