El Establecimiento Penitenciario de Challapalca está ubicado entre Tacna y Puno, en una zona a 4.800 m. s. n. m. La lejanía y la escasez de recursos compiten con el hacinamiento: los criminales con las penas más altas, es decir, desde los 25 años hasta la cadena perpetua, se acopian en los tres pabellones que conforman esta construcción. El homicidio, el sicariato, el robo agraviado y la extorsión son algunos de los delitos por los que purgan condena.
En noviembre de 2003, el programa de “D’ 6 a 9″, de Canal N, remitió un pedido oficial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): cerrar Challapalca porque “los presos son torturados y sobreviven en condiciones inhumanas”. En la misiva, el órgano explicaba que los prisioneros no solo eran víctimas de maltratos físicos y psicológicos, sino que también lidiaban con la falta de luz y agua, y permanecían bajo condiciones higiénicas deplorables.
Este penal, cuyo acceso es posible solo después de seis horas de viaje desde Puno, es ahora la estancia de Juan Antonio Enríquez García, el agresor sexual de una menor de tres años en Chiclayo.
El comportamiento de los presos que conviven aquí obliga a las autoridades penitenciarias a mantenerlos separados para que no organicen enfrentamientos o motines. Incluso algunos son aislados en cubículos independientes y vigilados, como cada una de las celdas que el personal revisa diariamente a las 6.00 a. m. para cerciorarse del estado de los delincuentes, sobre todo por las bajas temperaturas que configuran la zona. Además, la presencia de la tecnología es un aspecto restringido y las visitas, debido al acceso desfavorable del lugar, tampoco son frecuentes. Solo quedan las caminatas como medio de distracción.
A finales de 2018, los reclusos tomaron como rehenes a cuatro agentes del INPE. ¿Qué exigían? Ser reubicados en otro centro. El episodio desencadenó la muerte de un prisionero y otro quedó herido. Pero Challapalca ya había registrado revueltas similares en el 2012, cuando el extorsionador norteño José Luis Torres Saavedra, alias ‘el burro’, lideró una fuga de 17 internos. Días después, 14 fueron recapturados y tres fallecieron, uno de ellos a causa de la hipotermia.
“Aquí ninguna fuga ha sido exitosa”, comentó ante los medios el exjefe de seguridad de los penales del INPE de Puno Joe Villafuerte, quien agregó que “allí sí pagan su delito, además no hay reo que maneje un teléfono para seguir contactándose con su banda allá afuera. No hay línea”.
Pero la señal telefónica no es la única privación: durante una entrevista a Cuarto Poder, César Roque Quispe, director del recinto, reveló que “todos los internos temen venir al establecimiento. No tienen celular, televisor y muchas gollerías que en su penal anterior tenían”.
penal de Challapalca
En el mismo reportaje de Cuarto Poder, realizado en la última parte de 2021, se informó que hay alrededor de 220 presidiarios considerados de “muy difícil rehabilitación” por parte de la presidenta del INPE, Susana Silva.
En un primer momento, Gerald Oropeza, condenado por el delito de conspiración en el narcotráfico, también se encontraba internado en Challapalca, sin embargo, luego fue trasladado a un penal de la región Puno. A continuación, la lista de los reclusos que actualmente cumplen su condena en el también popularizado ‘Alcatraz del Altiplano’:
penal de Challapalca
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La Defensoría del Pueblo, mediante un comunicado, exigió la máxima sanción penal contra el Juan Antonio Enríquez García, el sujeto de 48 años que secuestró y abusó de una niña de 3 años en Chiclayo. El órgano constitucional informó su particular atención en el procedimiento no solo de la Policía Nacional del Perú (PNP), sino también de los diferentes ministerios. “Urge que operadores de justicia garanticen los derechos de la niña a una recuperación integral de su salud física y mental”, se pudo leer en la misiva.
Tras dos semanas desde que ocurrió el ataque, el padre de la niña de 3 años que fue víctima de violación sexual se pronunció sobre la situación de la pequeña. “Ya le dieron de alta a mi bebé, ahora está más tranquila, con los juguetes que le han hecho llegar. Ella ha vuelto a sonreír y esos nos levanta el ánimo, a mí y a mi esposa”, dijo al programa “América hoy”.
Si eres o conoces a alguien que ha sido afectado o involucrado en hechos de violencia familiar o sexual, comunícate de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”.
Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente. Este servicio atiende las 24 horas, todos los días del año (incluye feriados).