Las canastas navideñas en Perú son más que un simple regalo; representan un legado cultural que ha evolucionado a lo largo de los siglos. Con la llegada de diciembre, la entrega de canastas se transforma en un símbolo de afecto, adoptado por empresas, organizaciones y familias. Sin embargo, pocos conocen los orígenes de esta práctica que ha trascendido fronteras y siglos, y que se vincula con rituales de la antigua Roma.
La historia de las canastas navideñas comienza mucho antes de que las celebraciones modernas de Navidad llegaran a América Latina. A lo largo de los años, esta tradición se ha transformado y adaptado a los contextos culturales y sociales de cada época.
Las canastas navideñas en el Perú son una tradición que se remonta a varias décadas atrás. Foto: El Popular
La costumbre de regalar alimentos en canastas tiene raíces que se remontan a la antigüedad. Aunque con el tiempo esta práctica perdió popularidad, resurgió en el siglo XIX en países como España e Inglaterra. Durante este periodo, las canastas se llenaron con productos más sofisticados, como turrones, embutidos y vino, y se convirtieron en parte integral de las celebraciones navideñas.
La influencia española fue crucial para que la tradición de las canastas navideñas llegara a América Latina, y específicamente a Perú. A principios del siglo XX, la práctica se popularizó inicialmente entre el sector público y se extendió rápidamente a las empresas privadas. Lo que comenzó como un gesto de gratitud se transformó en una tradición que abarca no solo el ámbito laboral, sino también el familiar y social.
En Perú, la entrega de canastas navideñas no se limita a los empleados de una empresa, sino que también se extiende a amigos y familiares. Este gesto refleja un profundo sentido de solidaridad y unión. Muchas veces, estas cestas se entregan como una forma de apoyo a las familias de bajos recursos, lo que resalta el espíritu de compartir que caracteriza a la Navidad.
Aunque las canastas navideñas varían según el país y la región, su objetivo sigue siendo el mismo: transmitir afecto y crear lazos más estrechos entre las personas. En otros lugares de América Latina, como México, también se regalan canastas, pero con un enfoque familiar. En Italia, el 'panettone' y el vino son esenciales, mientras que en España, los turrones y el jamón ibérico son los productos más tradicionales.
En Perú, las canastas navideñas han evolucionado y se han adaptado a los gustos locales. Además de los alimentos mencionados, no es raro encontrar productos como chocolate para taza, espumantes y artículos de lujo, como aceites o conservas especiales. Este reflejo de la cultura peruana en las canastas navideñas enriquece aún más la tradición.
El espíritu de la Navidad, centrado en el compartir y el agradecer, encuentra en las canastas navideñas una de sus mejores representaciones. Este gesto, cargado de simbolismo y cariño, ha perdurado a lo largo de los siglos, pasando de una costumbre romana a una práctica global. Cada canasta refleja lo que significa la Navidad en cada cultura y recuerda la importancia de la generosidad y la gratitud.