
El lector no solo va a las ferias de libros a la búsqueda de novedades editoriales. Lo bueno de estos eventos culturales, es que le permiten al lector encontrar ciertos títulos que, por alguna razón, le estaban siendo esquivos. La labor requiere de mucha paciencia y también algo de suerte.
Esa fue mi actitud en mi última visita a la FIL de Lima. Tenía en mente algunos títulos que esperaba encontrar tras una búsqueda paciente, y si bien no encontré los que estaba buscando, el solo hecho de buscarlos me deparó agradables sorpresas, como ver varios libros, a precios asequibles para el interesado, del escritor norteamericano Kurt Vonnegut (1922 – 2007).
Vonnegut es de esos autores a los que llegas por referencia indirecta. No es de esos autores que sabes quiénes son sin haberlos leído, como Hemingway, Vargas Llosa, García Márquez, Normal Mailer, Sartre y muchísimos más. Ahora es más fácil dar con Vonnegut, gracias a la interconectividad. Pero durante mucho tiempo, acceder a su poética sí se había convertido en todo un deporte de aventura. Llegué a Vonnegut gracias a la recomendación que me hizo un amigo, a inicios de los 2000, de su novela Matadero cinco (1969), calificada como su obra maestra, la cual está ambientada en el tramo final de la Segunda Guerra Mundial, específicamente en el bombardeo de Dresde. Por las entrevistas que ofreció, sabemos que Vonnegut participó en ese conflicto y fue prisionero de guerra de las fuerzas alemanas.
A partir de entonces, empecé a buscar los libros de Vonnegut. Y en ese trayecto, me encontré con otra obra maestra: El desayuno de los campeones de 1973. Una crítica celebratoria de la cultura estadounidense de la segunda mitad del siglo XX. De esta novela, en 1999 el director Alan Rudolph estrenó la adaptación cinematográfica con Bruce Willis y Nick Nolte en los roles protagónicos. Más o menos, en verdad.
Por lo dicho, se colige que Vonnegut es un autor popular para los entendidos. Tampoco es uno condenado a la caletura ilustrada como Marcel Schwob o B. Traven. Siempre me han llamado la atención los autores que se encuentran en el término medio, entre lo culto y lo popular, y Vonnegut, bajo todo punto de vista, es uno de ellos.
Cuando murió en el 2007, su partida fue lamentada por no pocas plumas de nivel en el mundo entero. A partir de entonces, se empezó a rescatar su obra, ya sea en reediciones y libros póstumos. El volumen que ahora quiero recomendar es una selección de los discursos de graduación que leyó a lo largo de su vida; una selección, por demás exquisita y edificante.
En Estados Unidos, el discurso de graduación puede ser visto como un género literario. Son los alumnos que se gradúan quienes eligen al escritor/intelectual/artista/científico que les leerá el discurso final antes de dejar la universidad. Es, pues, una tradición en la academia gringa, en la que, si nos ceñimos a los escritores, han leído discursos de graduación Foster Wallace, John Updike, Philip Roth, Vollmann, Doctorow y otras plumas medulares de la literatura norteamericana.
El título escogido para esta publicación no pudo ser mejor, es genial, a secas: Que levante mi mano quien crea en la telequinesis y otros mandamientos para corromper a la juventud (Malpaso). En estos nueve discursos, nos encontramos con un intelectual que en ningún momento habla desde la altura del exitoso y del sabio, sino que comparte sus dudas, temores y luchas, de manera horizontal, con los alumnos que viven a lo mejor el día más dichoso de sus vidas. El autor conecta con ellos, y obviamente, también con el lector, a razón de la fineza irónica de su mirada y la sencillez/simplicidad de sus conceptos sobre la bomba atómica, Alfred Nobel, Philip Roth, Al Qaeda, Bush… Esa actitud la vemos asimismo con tópicos terrenales, como los sombreros, los exámenes, las drogas, la música, el baile.
Aparte de estupendo escritor, a Vonnegut le disgustaba la pose intelectual. Anoten sus señas.

CINEPLANET: 2 entradas 2D + 2 bebidas grandes + Pop corn gigante. Lunes a Domingo
PRECIO
S/ 47.90
ALMUERZO O CENA BUFFET + Postre + 1 Ice tea de Hierba luisa en sus 4 LOCALES
PRECIO
S/ 85.90
CINEMARK: Entrada 2D - opción a combo (Validación ONLINE o mostrando tu celular)
PRECIO
S/ 10.90
PERULANDIA: 1 Entrada +Vale de 30 soles + bosque encantado + piscinas + Perusaurus en Huachipa
PRECIO
S/ 49.90