En 1991, el arte figurativo primaba entre las nuevas generaciones de artistas plásticos. Sin embargo, la entonces recién egresada Maricruz Arribas Berendson sorprendió en Galería Forum con una exposición de abstractos sobre grandes lienzos pintados con tierras de colores.
Con el paso de los años, la artista piurana, egresada de la Facultad de Arte de la PUCP, fue ensayando la adhesión de elementos reciclados en sus lienzos, hasta evolucionar en sendas esculturas e instalaciones con otra novedad: la incorporación de materiales reciclados y una marcada temática andina y prehispánica.
Hoy en día, Arribas vuelve a Forum para sorprendernos con una nueva exposición de piezas de gran formato y siempre con su peculiar visión de la temática andina. La muestra, denominada Materia Prima, se inaugura el próximo miércoles 6 de septiembre y estará en la galería de la avenida Larco 1150 hasta fin de mes.
Quipus. Con cuerdas de soga, mallas y textiles reciclados. Foto: difusión
“La luz y la sombra. El tiempo y el espacio son los contenedores de mi obra. Son una constante que las atraviesan (…) Me inspiran la tierra y sus contenidos casi infinitos. La íntima relación del hierro y sus óxidos. El vidrio producto de su complicidad con el fuego. El agua donde se dio origen a la vida. Todos son elementos que incitan mi creatividad, son la materia prima que genera mi fuerza para crear”.
Precisamente, la exposición Materia Prima vuelve con una gran chakana de ichu y fierro que, en efecto, sirve como escalera cósmica para conectar las diversas piezas exhibidas: desde esos gigantescos quipus que parecen esconder una escritura secreta con su gramática de vidrios, hasta una yunza sobre un árbol de fierro con sus regalos de piezas encapsuladas, estandartes peruanos y “corazones de Jesús” en alto relieve sobre latón que semejan los tradicionales “milagros” de la religiosidad católica andina.
Otra novedad es ese sistema solar con planetas bidimensionales que giran en torno a un enorme sol de fierro que alberga hojas de coca encapsuladas. Y las estalactitas de vidrio fundido suspendidas en una gran mesa de fierro. O las grandes lajas procedentes de una cantera que la artista las supo integrar con planchas de metal, mallas de hierro y lágrimas de vidrio.
Pero lo mejor es lo que la artista denomina “celosías” sobre una estructura de duro metal soldado con flores de vidrio en fierro de construcción y enormes herramientas de uso textil.