Por 3.700 años, la “Dama de El Paraíso”, una mujer de alto estatus del antiguo Perú, ha mantenido oculto su rostro hasta revelarlo ahora gracias a una innovadora reconstrucción hecha a partir de su cráneo y huesos que le ha vuelto a poner cara.
“Tiene mucho parecido a una mujer de hoy en día”, destacó a Efe la arqueóloga Dayanna Carbonel, directora del proyecto de investigación de la zona arqueológica monumental El Paraíso, un complejo que contiene los primeros templos de Lima, de 4.000 años de antigüedad, donde en 2016 fue descubierta la “Dama de El Paraíso”.
De cara alargada, pómulos sobresalidos, ojos pequeños, nariz prominente y boca estrecha, el busto que recrea el aspecto que hace casi cuatro milenios tuvo esta mujer está expuesto en el Museo de Minerales Andrés del Castillo, de Lima, que financió la reconstrucción.
La recreación fue fruto de una sinergia de ciencia y arte, con un análisis antropométrico del cráneo que permitió determinar la anchura de la nariz y del maxilar inferior y superior, entre otras medidas de esta mujer, que medía 1,50 metros y tenía entre 20 y 25 años en el momento de su muerte.
Se hizo una recreación exacta del cráneo al que después el artista plástico Teo Ugarte ayudó a Carbonel para recrear los músculos y los tejidos con arcilla y yeso hasta darle el aspecto final con fibra de vidrio.
“La intención fue no exagerar en las facciones porque queríamos lograr el mayor parecido. Hay cierto margen de error porque nunca sabremos con exactitud el grosor de los labios, la longitud de la nariz o la forma de los orejas, pero nos hemos aproximado a ello”, apuntó Carbonel.
Si bien ya se habían hecho antes otras recreaciones del aspecto físico que tuvieron importantes mujeres del antiguo Perú como la Dama de Cao y la sacerdotisa de Chornancap, ninguna de las dos es tan antigua como la “Dama de El Paraíso”, que vivió en el territorio de la actual capital de Perú más de 2.000 años antes que las otras dos. “Últimamente estamos descubriendo cada vez que las mujeres tenían un papel importante, asociado probablemente a actos rituales”, apuntó Carbonel.
Tras haber emergido de los vestigios de El Paraíso, los descubridores la han bautizado como Eva Lucía, no solo en honor a la pareja de Adán, sino también por la australopiteca Lucy, la primera homínida de la que se tiene constancia que caminó erguida.
Eva Lucía fue además la primera de los once entierros prehispánicos que se han encontrado hasta ahora en El Paraíso desde que el equipo de Carbonel realiza excavaciones arqueológicas en la zona.
Tejedora. Gracias a una patología ósea en el húmero, se sabe que era tejedora. Por residuos en sus dientes, se conoce que se alimentaba de yuca, calabaza, maíz y frijoles.