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Cultural

Septiembre, ¿por qué se llama así?: la RAE tiene algo que decirte

Septiembre, mes de la primavera y el florecimiento en el hemisferio sur, no siempre tuvo su origen tal y como lo conocemos.

larepublica.pe
Cuadro de setiembre RAE

Septiembre, el noveno mes del año, comenzó este martes para el mundo dando inicio a la temporada de primavera en el hemisferio sur, aunque no siempre estuvo reconocido de tal manera, explica la Real Academia Española (RAE).

De acuerdo al organismo dedicado a la elaboración de las reglas normativas para el idioma español, el origen de septiembre se encuentra en la palabra ’septem’, que quiere decir ’siete’ en latín.

“Septiembre (o setiembre) viene del latín ’September, -bris’, derivado de ’septem’ siete. Su nombre se debe a que el mes era el séptimo del calendario romano, que empezaba en marzo”, explica la RAE a través de un mensaje en su cuenta oficial de Twitter.

En efecto, el calendario de la Antigua Roma fijaba la duración de los meses en 29 días, 12 horas y 44 minutos, con meses lunares de 29 o 30 días. Los romanos consideraban que el día se iniciaba a medianoche y el año debía tener una duración de 10 meses.

De esta forma, el año (’annus’, anillo en latín por la forma de su calendario) comenzaba en marzo, mes de la primavera, y se prolongaba en abril, mayo y finalmente junio, el mes en que florecían las cosechas. Desde julio hasta diciembre se completaban en orden de quinto al décimo, antes que comenzara de nuevo “enero”, el mes en que se realizaban las siembras a la espera de una nueva primavera en marzo.

Esta misma sucesión explicada por la Real Academia Española puede encontrarse en los meses posteriores a setiembre, pues siendo el mes “séptimo” podemos inferir que octubre es el “octavo”, noviembre el “noveno” y diciembre el “décimo”.

La Real Academia Española, también conocida por sus siglas RAE, es una de las 23 academias que conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española, ubicadas en cada uno de los países en los que se habla el idioma español, y que están encargadas de la normalización lingüística correspondiente.

Su principal actividad está relacionada con la expedición de ciertas normas sobre el uso estandarizado de la lengua española, con el fin de que esta tenga reglas generales en la mayoría de los aspectos que la componen.