La solemne misa que reúne cada año a miles de fieles fue presidida por el arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte OFM.,Masiva concurrencia de fieles por celebración del Corpus Christi en Trujillo,Unidos por una sola devoción. Miles de fieles participaron de la festividad religiosa más grande de la Arquidiócesis, el Corpus Christi, en la Plaza de Armas de Trujillo (región Lambayeque), ornamentada con 40 bellas alfombras y 20 arcos florales, ofrendados por las diversas instituciones públicas y privadas para esta especial ocasión. Niños, jóvenes, adultos y familias enteras se fueron congregando desde las tres de la tarde sobre este céntrico espacio para rendir una manifestación solemne y pública de adoración, gratitud y amor a Jesús Eucaristía, traducida con su activa participación en la santa misa y el fiel acompañamiento de la solemne procesión de Cristo, real en cuerpo, sangre, alma y divinidad, elevado sobre su anda recubierta por 28 ángeles, en diversos tamaños y momentos. PUEDES VER: Transportistas dan marcha atrás y mantendrán pasaje a S/ 1 Fue un escenario de fe y religiosidad que volvió a repetirse luego de la visita del papa Francisco a Trujillo, el 20 de enero pasado, donde la plaza de armas rebasó con la presencia de la feligresía para el encuentro mariano, donde el Sumo Pontífice coronó a la Virgen de la Puerta de Otuzco. La solemne misa del Corpus Christi, que reúne cada año a miles de fieles de esta jurisdicción eclesiástica, fue presidida por el arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte OFM y concelebrada por el obispo castrense, Mons. Juan Carlos Vera Plasencia, el obispo de Huacho, Mons. Antonio Santarsiero Rosa, OSJ, el obispo de la prelatura de Caravelí, Mons. Reinaldo Nann y sacerdotes de todo el Perú. Durante su homilía, el pastor arquidiocesano, explicó que la fe es intimidad con Cristo. “Es permanecer con él. Y este verbo permanecer en griego significa tener una común residencia y una experiencia de vida, como un matrimonio, como un hogar. Con este verbo permanecer San Juan exalta la unidad de cada creyente con Cristo y la unidad con toda la Iglesia. Aquí estamos como una comunidad, alrededor de la Eucaristía”, sostuvo.