Sospecha mortal, la película dirigida por Andrea Di Stefano, se ha convertido en el título más visto en el catálogo de Netflix. Y razones no le faltan al tratarse de un emotivo thriller lleno de drama, ya sea dentro o fuera de la cárcel.
La historia nos presenta a Pete Koslow, un ex soldado de operaciones especiales que trabaja como infiltrado del FBI en la mafia polaca. Sin embargo, una venta de droga acaba con un policía muerto y su vida da un giro de 180 grados.
Luego del incidente, el protagonista se ve obligado por parte de la mafia a entrar en la cárcel para cumplir 4 años de condena. El plan es que él maneje el tráfico de drogas desde dentro y lo hará porque es la única manera de salvar a su mujer e hija.
Advertencia de spoilers
Luego de seguir en su papel como criminal, logra obtener la información que buscaba el FBI y se los proporciona, pero la agencia le da la espalda y su identidad como agente encubierto es expuesta. Sin muchas salidas a su disposición, toma de rehén a un guardia corrupto de la cárcel para dar pie a su plan.
El protagonista armó su trinchera y exigió comunicarse con la prensa para revelar la verdad. El FBI llega al lugar y le mandar a matar con un francotirador. Sin embargo, cambió de ropa con el rehén, logrando escapar para reencontrarse con su familia.
Por su parte, Erica Wilcox, su compañera de FBI, intenta que su jefe Montgomery recapacite pero no lo ve posible, por lo que lo delata con las autoridades. Ahora ella y el protagonista esperan que el caso se cierre para que la familia vuelva a reunirse.
El final dejó al descubierto algunas de las malas prácticas que las autoridades llegan a tomar bajo el lema “el fin justifica los medios”. Una realidad indignante por la que varios espectadores llegaron a simpatizar con el protagonista y su triste historia.