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Ciencia

La criatura más grande y majestuosa del mundo también habita en Perú: supero en tamaño a los dinosaurios y pesa 180 toneladas

Sus cantos son los sonidos más fuertes en el reino animal, alcanzan 188 decibeles y son cruciales para su comunicación, especialmente durante la temporada de apareamiento.

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La población de ballenas azules ha disminuido drásticamente, pasando de 125.000 en 1926 a solo 3.000 en 2018. Foto: composición LR/difusión

En las profundidades del océano Pacífico, frente a las costas peruanas, habita de forma no permanente una criatura que ha capturado la atención de científicos y amantes de la naturaleza por su colosal tamaño y majestuosa presencia. Se trata del animal más grande que jamás haya existido en la Tierra.

Superando en tamaño a los dinosaurios más imponentes y alcanzando un peso que puede llegar a las 180 toneladas, este cetáceo representa un verdadero milagro de la evolución y uno de los tesoros naturales más impresionantes de la biodiversidad marina.

¿Cuál es la criatura más grande del mundo que también habita en el Perú?

El animal más grande y majestuoso del mundo que también habita en Perú es la ballena azul (Balaenoptera musculus). Este gigante de los océanos, considerado el animal más grande que ha existido en la Tierra, supera en tamaño a los dinosaurios, alcanzando hasta 29 metros de longitud y un peso de 180 toneladas, lo equivalente a 33 elefantes. Además, es el animal más ruidoso de la Tierra, con cantos que alcanzan los 188 decibeles, superando a un motor a reacción.

A pesar de su inmensidad, estas criaturas son esquivas y raras de avistar en las costas peruanas, lo que hace especial cada encuentro con ellas en lugares como Punta Sal, Tumbes.

La ingestión de microplásticos es una grave amenaza para la ballena azul, que puede consumir hasta 43,5 kg diarios. Foto: difusión

¿Por qué es importante el avistamiento de la ballena azul?

El avistamiento de la ballena azul en este caso, Punta Sal, es un hecho extraordinario debido a la rareza de su presencia en estas latitudes. Normalmente, las ballenas jorobadas son las más vistas en la región durante su temporada migratoria, entre julio y octubre.

Sin embargo, la llegada de una ballena azul representa una oportunidad única para estudiar su comportamiento y hábitos migratorios en aguas peruanas, lo que podría proporcionar información valiosa sobre su distribución global.

¿Por qué es rara la proximidad de la ballena azul a la costa peruana?

Las ballenas azules suelen nadar en aguas más profundas y alejadas de la costa. Sin embargo, en este caso, se avistó a la ballena muy cerca de la orilla, lo cual es inusual. Los científicos se mostraron sorprendidos debido a que no es común observar este comportamiento en la ballena azul, lo que podría indicar cambios en sus patrones migratorios o alimenticios.

Con un peso de hasta 180 toneladas y longitud de 29 metros, la ballena azul es el animal más grande del mundo. Foto: difusión

¿Cuál es el estado actual de la población de ballenas azules antárticas?

La ballena azul antártica está clasificada como “en peligro crítico” debido a la caza intensiva del siglo XX. Se estima que en 1926 había alrededor de 125,000 ejemplares, pero para 2018, la población se redujo a aproximadamente 3,000 individuos.

A pesar de las medidas de protección establecidas por la Comisión Ballenera Internacional, la recuperación ha sido lenta. Sin embargo, avistamientos recientes de 55 ballenas en Georgia del Sur brindan esperanza para la conservación de esta especie icónica.

La ballena azul fue avistada en Punta Sal, Tumbes, marcando un hito en el estudio de su comportamiento en aguas peruanas. Foto: difusión

¿Qué teorías han surgido sobre la presencia de la ballena azul en aguas peruanas?

Aunque los científicos no tienen una explicación definitiva sobre la presencia de la ballena azul en Punta Sal, han surgido varias teorías. Una de ellas es que la ballena pudo haber seguido un banco de krill hacia la costa, lo que la acercó a aguas más superficiales de lo habitual.

Otra posibilidad es que los cambios en la temperatura del agua o las corrientes oceánicas estén afectando sus patrones migratorios. Estas incógnitas continúan siendo objeto de investigación.