En Lima, en medio del bullicio del tráfico y la vida ajetreada en la capital del Perú, hay algunos espacios que pueden ser refugios de tranquilidad. Ya sea en parques o en jardines, la presencia de plantas y flores ofrecen pequeños paisajes visitados por aves, entre ellas los colibríes. En medio del opaco cielo limeño, estos pajaritos traen chispazos de color y alegría para quienes logran verlos.
Hay 5 especies de colibríes identificados en Lima, según el proyecto Aves de Perú, del Centro de Ornitología y Biodiversidad Corbidi. ¿Cuáles son, cómo podemos identificarlos y en qué lugares pueden encontrarse?
El colibrí de vientre rufo, también conocido como amazilia costeña, es una avecilla bastante adaptada a las zonas urbanas de Lima. Es común encontrarla en flores, a las que visita varias veces al día. Puede permanecer suspendido en el aire junto a ellas o posarse mientras succiona el néctar.
Su plumaje es de color rojo-ladrillo en su mayor parte, su cabeza es de tonalidad verdosa, con la parte de su garganta verde-azul iridiscente. El pico de los machos es rojo coral con una pequeña mancha negra en la punta, mientras que cuando son hembras y juveniles se extiende más.
Es el colibrí o picaflor más grande que vuela en Lima. Se alimenta del néctar de las flores y también consume algunos insectos diminutos que logra atrapar en el aire. Entre sus plantas favoritas están la salvia y el aloe.
El colibrí de vientre rufo puede medir cerca de 11 centímetros de longitud. Foto: Carlos Calle / Perú Birds
Otro de los colibríes que puede verse fácilmente en Lima es el colibrí de Cora. Frecuenta parques y jardines de la ciudad, además de lomas costeras. Puede volar alturas desde el nivel del mar hasta los 2.800 metros de altitud.
La apariencia de los machos y hembras de esta especie de picaflor es diferenciada. Los machos tienen una mancha magenta iridiscente en la garganta. Este color también está presente en las plumas de sus alas. En su cola tiene dos plumas centrales largas.
Por su lado, las hembras tienen la garganta gris claro con tonos beige. Presentan plumas blancas en la base de la cola.
Además del néctar de flores de corola corta, también atrapan insectos pequeños en el aire. Se sienten atraídos hacia las lantanas, unas flores coloridas que lucen como florcitas agrupadas en racimos. Sembrar esta planta en un jardín, puede ayudar a que el ave se acerque.
Estos colibríes pueden encontrarse en jardines, áreas agrícolas con flores, y matorrales nativos. Foto: Pio Marshall / eBird
Quizás el colibrí más llamativo que puede verse en Lima es el Rutilante o también conocido como Oreja violeta de vientre azul. Sin embargo, frecuenta las zonas de lomas costeras, matorrales, valles andinos y bordes de bosques. Suele migrar con frecuencia. En la capital del Perú, aparece por temporadas de afloramiento y luego desaparece para ir hacia zonas andinas.
Su plumaje es de un radiante verde metálico, con una especie de diseño escamado en el pecho y una mancha azul en el vientre. A los lados de su cabeza, como indica su nombre, posee unas manchas color violeta azulado y unas plumas que sobresalen como si fueran orejas.
Consume insectos que atrapa en el aire y se alimenta del néctar de flores de corolas largas y curvas. Cuando construye sus nidos, utiliza fibras vegetales, pero también telarañas o musgos. De acuerdo a información de Corbidi, suele ser agresivo hacia otros colibríes, ya sean de la misma especie o de distinto tipo.
El colibrí de esta especie suele mantenerse en lugares alejados de la ciudad. Foto: Luke Seitz / eBird
Los colibríes de collar púrpura o también conocido como colibrí de Myrti es otra de las aves que puede encontrarse en Lima. Se mueven entre zonas costeras y andinas, según periodos de lluvia. Visitan jardines, parques en zonas semiurbanas y suelen posarse sobre ramitas delgadas.
Su plumaje es diferenciado. Los machos presentan un brillante color púrpura en la garganta, que se extiende en un "collar" característico. El resto del cuerpo es de color verde metálico con tonos iridiscentes. Por otro lado, las hembras tienen tonos menos llamativos, con una garganta de color blanco o gris claro. La cola de ambos sexos es de un tono verde con puntas blancas en las plumas externas.
Suelen posarse en jardines con lantanas. Se alimentan del néctar de las flores mientras vuelan despacio sobre ellas.
Esta especie de colibrí mide hasta 9 centímetros de largo. Foto: Dennis Osorio / eBird
Otro colibrí que puede verse en Lima, aunque no tanto en zonas urbanas, es el colibrí de oasis o de Atacama. Vuela sobre matorrales, campos de cultivo y vegetación al borde de los ríos. Es frecuente en lomas durante periodos de floración.
Su pico es bien largo, lo que le ayuda a alimentarse del néctar de corolas profundas. Los machos tienen la garganta de un color azul y púrpura iridiscente. Las hambras tienen garganta y vientre de tonalidades claras y cola oscura con puntas bancas.
Una planta que atrae a esta especie de colibrí es la cola de león, pero también hibiscus, aloe vera y nicotianas.
El colibrí de oasis es uno de los picaflores con el pico más largo en Lima. Foto: Carlos Calle / Perú Birds