El Sol alcanza temperaturas de hasta 15.000.000 grados Celsius, según la NASA. Esto podría llevarnos a pensar que el primer planeta del sistema solar ―Mercurio― sea, en consecuencia, el más caliente. Sin embargo, los cuerpos celestes que comparten el mismo sistema con la Tierra tienen varias peculiaridades que hacen que el más cercano a la imponente estrella no sea necesariamente el que tenga las temperaturas más altas.
En realidad, Venus, el segundo más cercano al Sol, es el que presenta mayor cantidad de calor. Esto, entre otros motivos, ocurre debido a la particular composición química que hay en su atmósfera. Conoce a continuación todos los detalles.
"Venus tiene una atmósfera espesa que atrapa el calor en un efecto invernadero desbocado, lo que lo convierte en el planeta más caliente de nuestro sistema solar", señala el portal oficial de la NASA. Su entorno, además, está compuesto principalmente de dióxido de carbono (96%) y nitrógeno (3%).
La abundante cantidad del dióxido de carbono hace que el calor que llega del Sol se concentre en el planeta. Según explicó Alejandro Farah Simón, integrante del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a National Geographic, esto produce que "la temperatura promedio de este cuerpo celeste sea de más de 450 grados centígrados (Celsius)".
La superficie de Venus es tan caliente que puede derretir el plomo. Foto: NASA
En realidad, Venus puede alcanzar temperaturas de hasta 464°C, explica la NASA. Su territorio es tan caliente que, incluso, podría derretir el plomo. Además, al tener una atmósfera espesa, el Sol se ve apenas como una mancha de luz.
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Este planeta es similar a la Tierra en tamaño. No tiene lunas y en su superficie registra llanuras volcánicas y fisuras. Asimismo, gira en sentido contrario ―de este a oeste― a la mayoría del resto de cuerpos celestes del sistema solar.
Venus estuvo compuesto en su momento por un océano habitable. Foto: NASA
Existe la posibilidad de que Venus haya estado compuesto por un océano habitable. No obstante, esto habría sido por lo menos hace mil millones de años, ya que el efecto invernadero desbocado hizo que el agua superficial se convierta en vapor y se filtre hacia el espacio, de acuerdo con la NASA.
Un día en el planeta más caliente del sistema solar son 243 días terrestres. Mientras que un año en este cuerpo celeste representan 225 días terrestres.