El sueño de obtener una fuente de energía limpia, barata e ilimitada podría estar más cerca ahora con el reciente encendido del nuevo reactor de fusión nuclear construido en Japón, considerado el ‘sol artificial’ más potente del mundo en actual funcionamiento.
Esta máquina, que reproduce la energía que emiten las estrellas de manera natural, pero en la Tierra, empezó a construirse en el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Cuántica, al norte de Tokio, hace más de 15 años. Sin embargo, recién fue probada con éxito el viernes pasado, cuando consiguió producir su primer plasma en su interior, reporta Science.
El JT-60SA es un tokamak que funcionan con hidrógeno. Está valorizado en 560 millones de euros entre Japón y la Unión Europea, su socio. Foto: QST
La fusión nuclear es considerada una potencial fuente de energía, ya que, en caso de encontrar una forma viable de producir más energía del total empleado, podría ser una alternativa a los combustibles fósiles, una problemática que está acelerando el calentamiento global.
A continuación, te contamos cómo funciona este reactor japonés, denominado JT-60SA, y por qué representa “un hito en la historia de la fusión”.
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El reactor de fusión nuclear JT-60SA se trata de una estructura metálica con una cámara de vacío en su interior en forma de rosquilla y un dispositivo en el centro que genera un campo magnético.
En el interior de este dispositivo, también llamado toroide o tokamak por su particular diseño, se introduce un gas compuesto de deuterio (átomo pesado del hidrógeno), el cual luego se cargará eléctricamente para formar grandes cantidades plasma.
Los reactores de fusión nuclear replican la producción de energía que ocurre en el interior de las estrellas. Foto: UNSW Newsroom
El tokamak JT-60SA tiene la capacidad para mantener un plasma caliente a 200 millones de grados Celsius (360 millones de grados Farenheit) durante unos 100 segundos, un récord mucho mayor que los anteriores reactores de fusión de este tipo.
El JT-60SA, de 15 metros de altura, ha sido diseñado para contener en su interior 135 metros cúbicos de plasma, una sexta parte del volumen que tendrá el Reactor Experimental Termonuclear Internacional (ITER), un dispositivo de propiedad de la Unión Europea que se construirá en Francia.
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Los reactores de fusión nuclear, a diferencia de los de fisión nuclear, no son peligrosos y no podrían causar una catástrofe.
La fusión nuclear no puede generar una reacción en cadena porque combina una cantidad de átomos limitada y porque está contenida por un campo magnético que, en caso de fallar, haría que el plasma se enfríe paulatinamente.
En cambio, la fisión nuclear, una reacción física opuesta a la fusión, sí podría generar una reacción en cadena si no es debidamente controlada y ocasionar una explosión, algo que ocurrió con Chernóbil en 1986.
El objetivo del reactor JT-60SA será investigar la viabilidad de la fusión como una fuente de energía a gran escala, libre de carbono y capaz de ser comercializada.
“La fusión tiene potencial para convertirse en un componente clave de la combinación energética en la segunda mitad de este siglo”, aseguró Kadri Simson, comisario de energía de la UE.