En medio de un cúmulo de galaxias, astrónomos encontraron un río de estrellas, que resulta ser el más largo que se haya registrado.
A 300 millones de años luz de distancia, la corriente estelar fue observada con un pequeño telescopio de 70 centímetros. Posteriormente, la zona fue enfocada con el telescopio William Herschel (WHT), que tiene 4,2 metros de diámetro. Así, el equipo de investigadores identificó que el río tiene una longitud de 1,7 millones de años luz. Aquello equivale a 10 veces la longitud de nuestra Vía Láctea.
El hallazgo, descrito en la revista científica Astronomy y Astrophysics, fue denominado 'Corriente de Coma Gigante', ya que se hallaba dentro del grupo de galaxias llamado cúmulo de comas.
El cúmulo de coma donde se encontró la corriente estelar es una de las agrupaciones de galaxias más estudiadas. Foto: A&A
Un río de estrellas, denominado corriente estelar en lenguaje astronómico, está formado por agrupaciones de estos cuerpos atraídos por fuerzas gravitacionales de una galaxia, dispersados largamente en el espacio.
Cada corriente estelar es movida por materia oscura; por ello, la observación de las estrellas que las conforman puede ayudar a conocer más sobre la naturaleza de este tipo de materia, que según la NASA integra el 90 % del universo pese a ser invisible.
A diferencia de otras corrientes estelares, el río de estrellas encontrado parece moverse entre las galaxias, en vez de estar contenido dentro de una. Además, pese a que su estructura parece ser débil, es extremadamente largo.
“Hasta donde sabemos, nunca se ha detectado una corriente estelar de tal tamaño ni se ha visto una corriente de brillo superficial tan bajo en observaciones de fotometría de superficie”, se indica en el documento del estudio acerca de la Corriente de Coma Gigante.
El equipo de astrónomos espera conocer más acerca de este río de estrellas, a partir de la observación de los ejemplares individuales dentro y fuera de la corriente, según informaron a medios. Cabe mencionar que el descubrimiento ocurrió de forma casual, mientras estudiaban halos estelares.
Observación de la corriente estelar a partir de densidad de fuentes ópticas. Foto: A&A