El cohete Starship de SpaceX, el más potente del mundo, explotó poco después de haber despegado. Sin embargo, los empleados de la compañía, propiedad de Elon Musk, celebraron con sorpresiva efusividad el desenlace de este lanzamiento.
Esta reacción se pudo observar durante la transmisión en vivo de SpaceX. En el momento en que Starship estalla, se escucha a una multitud vitoreando y aplaudiendo enérgicamente. En tanto, una comentarista describió el suceso como "un emocionante final".
Acto seguido, las cámaras se enfocaron en Elon Musk, que no mostraba la misma algarabía que sus empleados. De hecho, se le observó muy serio. El multimillonario apenas esbozó un intento de sonrisa cuando miró a los reflectores.
Después de la explosión, la cuenta de SpaceX en Twitter dijo que esta prueba había sido un éxito debido al aprendizaje que ganarán con los datos obtenidos de lo que falló y lo que salió bien con su cohete, diseñado para llevar humanos a la Luna, Marte y otros mundos del sistema solar.
"Con una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria", señalaron.
Luego, el propio Elon Musk decidió unirse al buen ánimo de sus empleados. "Felicitaciones al equipo de SpaceX por el emocionante lanzamiento de prueba de Starship. Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses", tuiteó.
Explosión de Starship. Foto: SpaceX
A pesar de su reacción inicial ante cámaras, su mensaje posterior es consecuente con lo que él mismo planteaba antes del intento de despegue. "Si el cohete se aleja lo suficiente de la plataforma de lanzamiento antes de que algo salga mal, entonces creo que lo consideraría un éxito", había manifestado.
Y así fue. Starship voló durante casi cuatro minutos hasta que una falla no permitió la separación de sus etapas y terminó explotando violentamente en el antes de alcanzar el espacio.