Al noreste de la Amazonía de Colombia, en La Serranía La Lindosa, departamento de Guaviare, se extiende por las colinas un ‘lienzo’ de 13 kilómetros de largo que exhibe dibujos de 12.000 años de antigüedad realizados por los primeros Homo sapiens en habitar la selva tropical, cuando este territorio era una vasta sabana con arbustos y matorrales, allá cerca al final de la última Edad de Hielo.
Dicha obra de arte rupestre, una de las más grandes descubiertas en América del Sur, muestra cómo nuestros antepasados vivieron rodeados de enormes criaturas que hoy son parte de una fauna extinta en la Tierra.
Las pinturas podrían haber demorado cientos o miles de años en completarse, indicó un equipo internacional de arqueólogos que las estudiaron en 2020. S Según los moradores de la zona, el mural fue descubierto el siglo pasado por el colono don Campoelías Ballesteros, quien conservó este patrimonio hasta el final de su vida.
El arte rupestre en la Serranía La Lindosa, en Colombia, permaneció oculto para el mundo por al menos dos décadas debido al conflicto armado del país. Foto: Iriarte et. al. (2022) / Royal Society
Las antiguas pinturas de La Lindosa se distribuyen a lo largo de ocho yacimientos como El Raudal, Nuevo Tolima, Cerro Montoya, Limoncillos y Cerro Azul. Este último, hoy un sitio de lugar turístico, contiene el mayor conjunto de pinturas: un total de 12 paneles y miles de pictografías individuales.
Los demás dibujos, en cambio, se encuentran descoloridos posiblemente por la exposición a las condiciones ambientales.
En el mural, pintado con ocre, un pigmento rojo utilizado por en las antiguas civilizaciones, se pueden apreciar mastodontes, perezosos colosales y pájaros gigantes, además de camélidos, ungulados, venados, tapires, caimanes, murciélagos, tortugas, serpientes y monos.
“Las imágenes son tan naturales y están tan bien hechas que no tenemos dudas de que estás mirando un caballo, por ejemplo”, explicó José Iriarte, arqueólogo de la Universidad de Exeter y líder de la expedición, al diario británico The Guardian.
En la primera fila, de izquierda a derecha, se observan un mastodonte, un camélido y caballos. En la segunda fila, caballos y un ungulado de tres dedos con trompa. Foto: José Iriarte et. al. (2022) Royal Society
Muchos de los animales grandes de América del Sur se extinguieron probablemente debido a la caza humana y el cambio climático
En las rocas también hay figuras geométricas, huellas de manos, escenas de caza y personas interactuando con plantas y animales del territorio, lo que revelan parte de su cultura.
Algunas figuras se ubican en zonas tan altas en el acantilado que para fotografiarlas debieron utilizar drones.
Los primeros humanos en la Amazonía dibujaron huellas de manos y otras figuras geométricas con ocre rojo. Foto: Marie-Claire Thomas/Wild Blue Media
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Según Mark Robinson, unos de los arqueólogos británicos de la expedición de 2020, las personas que pintaron las imágenes probablemente fueron uno de los primeros humanos que vivieron en el Amazonas de Sudamérica.
Se conoce que eran cazadores, recolectores y pescadores debido a los huesos y restos de plantas que fueron hallados durante las excavaciones. Además, su dieta estaba basada en frutos de palmeras, caimanes, pirañas, ranas, serpientes, capibaras y armadillos.
Si bien el mural del arte rupestre en la Serranía La Lindosa fue estudiado por primera vez en 1990, para gran parte del mundo permaneció oculta durante las dos décadas del conflicto armado interno de Colombia.
Sin embargo, tras el acuerdo de paz del Gobierno colombiano con la guerrilla de las FARC, firmado en 2016, el territorio fue abierto para expediciones de biología, geología y antropología de instituciones como la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de Antioquia.
José Iriarte, arqueólogo de la Universidad de Exeter, estudió el mural de arte rupestre en 2020. En la foto, posa al frente a la colina de Cerro Azul. Foto: José Iriarte