El universo se expande desde su nacimiento, 13.800 millones de años atrás, y lo hace cada vez más rápido. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista científica PNAS sugiere que este proceso podría estar muy cerca de acabar para dar paso a la contracción de todo el cosmos.
En las últimas décadas, los cosmólogos han determinado que el universo está compuesto mayormente por energía oscura, ya que esta fuerza repulsiva es suficiente para vencer a la atracción de la gravedad, provocar que los grandes grupos de galaxias se alejen entre sí y, por ende, ser responsable de la expansión acelerada del universo.
Ahora, un equipo de físicos de la Universidad de Princenton, en Estados Unidos, ha analizado uno de los modelos de la evolución cósmica, en el que la energía oscura es un tipo de quintaesencia que se agota. De ese modo, la aceleración de la expansión del universo se volverá cada vez más pequeña, luego se mantendrá estable y finalmente se desacelerará hasta detenerse por completo. A partir de ese punto, comienza a contraerse.
El equipo, liderado por el profesor Paul Steinhardt, determinó que esta transición de la expansión a la contracción podría empezar en cualquier comento y duraría un lapso de 100 millones de años. Para los humanos, esta cantidad de tiempo puede parecer una eternidad, pero en la escala de tiempo cosmológico es realmente poco. No solo equivale a menos del 1% de la edad del universo, sino que es comparable a las eras terrestres.
Por ejemplo, el asteroide que extinguió a los dinosaurios cayó 66 millones de años atrás y la vida compleja apareció en la Tierra hace 600 millones de años.
Según los autores, su estudio puede servir para estar atentos a las primeras variaciones en la aceleración de la expansión del universo y establecer, en caso de que su modelo acierte, cuándo comenzará esta cuenta regresiva hacia la nueva era cosmológica, la cual terminará con el universo reducido a un punto, tal como era en un inicio según la teoría del Big Bang.
Por otro lado, la comunidad de expertos en este campo consideran otras dos posibilidades adicionales para la evolución del universo. Una es que este continúe expandiéndose cada vez más rápido para siempre, mientras que la otra apuesta por una expansión más lenta en el futuro, pero sin llegar a estancarse ni contraerse.
Los esfuerzos por dar con el modelo correcto siguen en marcha. Tal vez algún día un nuevo hallazgo nos permita vislumbrar el destino del universo.