Con datos de la red de telescopios ALMA (Chile), un equipo de astrónomos europeos ha logrado determinar el tamaño de un objeto celeste que procede de la Nube de Oort (una especie de “cáscara” que envuelve el sistema solar) que se acerca a la Tierra. Así, han confirmado que se trata del cometa más grande jamás descubierto.
Se trata del cometa 2014 UN271 —apodado también Bernardinelli-Bernstein, por sus descubridores— que supera el doble de tamaño del cometa que poseía el récord anterior y provenía de la misma región en el espacio: Hale-Bopp, hallado en 1997 por los astrónomos Alan Hale y Thomas Bopp.
Cuando Bernardinelli-Bernstein fue descubierto en 2014, el megacometa se encontraba aún por Neptuno, a 29 unidades astronómicas o UA (una UA equivale a la distancia de la Tierra al Sol), por lo que era imposible determinar su verdadero tamaño e incluso fue confundido con un planeta enano. Sin embargo, en los últimos años, los cálculos han sido cada vez más específicos.
La reciente observación, a una distancia de 20 UA, establece que su diámetro es de 137 kilómetros y solo existe un margen de error de 17 km. Así explican los autores en un artículo disponible en la plataforma arXiv y aceptado para publicarse en la revista Astronomy and Astrophysics Letters.
Según Emmanuel Lellouch, principal autor de la investigación, si bien el objeto se está acercando hacia el centro del sistema solar, este nunca llegará ya que se dará la vuelta antes de cruzar la órbita de Saturno y retornará a su región espacial natal.
Su punto de mayor aproximación al Sol (perihelio) ocurrirá en el año 2031, cuando esté a 11 UA de la estrella y su tamaño se haya reducido a la mitad por el largo viaje. En tanto, su mayor acercamiento a la Tierra ocurrirá en abril de ese año, cuando esté poco más de 10 UA de nuestro planeta.
Los cometas proceden de la Nube de Oort o el cinturón de Kuiper y muchos de ellos no sobreviven a su viaje alrededor del Sol. Foto: SOHO-ESA / NASA
A diferencia de los asteroides, los cometas se distinguen por tener órbitas elípticas muy alargadas y, en su mayoría, provienen de la Nube de Oort o el cinturón de Kuiper (más allá de la órbita de Neptuno).