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Ciencia

“Fue como cientos de bombas de Hiroshima”, dice NASA sobre erupción volcánica en Tonga

La agencia espacial reveló que la erupción “aniquiló” a la isla del volcán Hunga Tonga, que ahora se encuentra sumergida bajo el mar.

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Imagen satelital de la nube causada por el volcán submarino en Tonga. Foto: EFE

Científicos de la NASA han indicado que la fuerza de la erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, en el reino de Tonga, “liberó cientos de veces la energía mecánica equivalente a la explosión nuclear de Hiroshima”, ciudad japonesa que fue devastada en 1945 con una bomba atómica lanzada por el Gobierno de Estados Unidos.

“Esta es una estimación preliminar, pero creemos que la cantidad de energía liberada por la erupción fue equivalente a entre 4 y 18 megatones de TNT”, dijo Jim Garvin, científico jefe del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. Comparando su estallido con otros volcanes, los científicos señalan que el Monte St. Helens (1980) explotó con 24 megatones, mientras que Krakatoa(1883) lo hizo con 200 megatones.

De acuerdo con el Observatorio de la Tierra de la NASA, el volcán —que pudo ser escuchado a más de 9.000 kilómetros de distancia, en Alaska— lanzó columnas de humo de 40 km o 50 km de altura y provocó tsunamis en distintos países. La agencia estadounidense aseveró que la erupción “aniquiló” a la isla volcánica, ubicada a 65 km al norte de la capital de Tonga, Nuku’alofa.

Imagen satelital de la isla del volcán Hunga Tonga antes y después de la erupción del 15 de enero. Fotos: DG Defis / Copernicus / Sentinel

La catástrofe natural cubrió con una capa de cenizas tóxicas al reino insular —con una población de unas 100.000 personas— contaminando el agua potable, destruyendo cultivos agrícolas y arrasando por completo al menos a dos aldeas.

En Tonga, al menos tres personas murieron debido al siniestro, mientras que la magnitud de los daños aún es incierta debido a que las comunicaciones continúan interrumpidas. En Perú, por otro lado, dos bañistas fallecieron tras ahogarse por un oleaje inédito en la playa Naylamp, en Lambayeque.

El impacto del volcán “superó con creces cualquier otra cosa que la gente de aquí (tonganos) haya experimentado”, indicó a la AFP la periodista Mary Lyn Fonua, residente en Nuku’alofa. “La onda de choque de la erupción nos sacudió el cerebro”, afirmó, añadiendo que la capa de ceniza grisácea muy fina que lo cubre todo dificulta la vida de los habitantes.

“Se filtra por todas partes (...) irrita los ojos, produce llagas en la comisura de los labios, todo el mundo tiene las uñas ennegrecidas. Parecemos un hatajo de mugrientos”, aseguró.

Las fuerzas de defensa japonesas, neozelandesas y australianas están brindando ayuda de emergencia, lo que incluye agua potable, mientras mantienen estrictos protocolos sobre COVID-19 para preservar al archipiélago de la pandemia.

Con información de AFP y NASA