El desempleo en Brasil registró su nivel más bajo desde 2012 en el trimestre agosto-octubre, según cifras oficiales publicadas el viernes, una buena noticia para el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva que enfrenta la desconfianza del mercado.
Se trata del séptimo descenso consecutivo del indicador calculado en trimestres móviles. En el periodo julio-septiembre había sido de 6,4%, según el instituto de estadísticas IBGE.
"Es la tasa de desempleo más baja" desde el trimestre enero-marzo de 2012, dijo en un comunicado el IBGE, que aquel año cambió su método de cálculo del desempleo.
A su vez, la economía brasileña registró 6,8 millones de desempleados entre agosto y octubre, la cifra más baja en una década, desde el trimestre octubre-diciembre de 2014, detalló el IBGE.
En un año, la tasa de desempleo cayó 1,4 puntos porcentuales.
La población ocupada alcanzó un nuevo récord, al ascender a 103,6 millones de personas, en especial por un aumento de la contratación en los sectores industrial y de construcción civil, según el IBGE.
De esa cifra, 40,3 millones trabajan en el sector informal, el 39,8% de la población ocupada.
El ingreso mensual promedio durante el periodo agosto-octubre fue de 3.255 reales (543 dólares), un incremento interanual de 3,9%. El aumento fue inferior a la inflación, que alcanzó el 4,76% interanual en octubre.
La baja del desempleo es una buena noticia para Lula, que atraviesa fuertes cuestionamientos de los inversores sobre su capacidad para mantener el equilibrio de las cuentas públicas.
El jueves, la moneda brasileña se depreció bruscamente, alcanzando los 6 reales por dólar por primera vez, el día después de anuncios del gobierno sobre medidas para reducir el gasto público.
El viernes, el dólar se cotizaba a 6,09 reales en la apertura, según el sitio web del Banco Central de Brasil.
El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, anunció la noche del miércoles una reducción del gasto público de 70.000 millones de reales (unos 12.000 millones de dólares) hasta 2026.
Pero también dijo que el techo de exención del impuesto sobre la renta se elevaría a 5.000 reales (unos 834 dólares), sumando así a un sector de la clase media a ese beneficio.
El anuncio de recortes presupuestarios era ampliamente esperado por los mercados desde hacía semanas.
Pero el hecho de que viniera acompañado de una medida que provocará una caída de la recaudación cayó mal entre los inversores, pese a que el gobierno sostiene que esa pérdida se compensará con un aumento de los impuestos a los más ricos.
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