La Agencia Estatal de Meteorología española (Aemet) activó el aviso rojo por riesgo importante de precipitaciones en el litoral de Valencia, en el este del país, dos semanas después de las graves inundaciones que dejaron más de 200 muertos en la región.
"El peligro es extremo. Evita los desplazamientos. Pueden producirse desbordamientos de cauces e inundaciones", indicó Aemet en la red social X.
En las próximas horas "podrían acumularse más de 180 l/m²", indicó Aemet al elevar el nivel de aviso para esta zona al caer la tarde. La alerta estará activa en la zona entre las 21H00 locales del miércoles (20H00 GMT) y las 11H59 del jueves.
Las condiciones meteorológicas obligaron también a interrumpir el tren entre Barcelona y Valencia, informó Adif, y el Centro de Coordinación de Emergencias volvió a reunirse en la tarde. La suspensión de las clases en la ciudad de Valencia, ya decretada este miércoles, se alargará también al jueves, indicó el Ayuntamiento.
Esta zona se suma así a las otras dos áreas mediterráneas que ya estaban en máxima alerta por el nuevo episodio de lluvias torrenciales que arrancó este miércoles.
La ciudad de Málaga, en el sur, parecía de momento la más afectada por esta nueva DANA (depresión aislada en niveles altos), con el desalojo de más de 3.000 personas de mil viviendas próximas a los ríos, calles inundadas, la suspensión del transporte urbano y del servicio ferroviario con Madrid.
"Hoy Málaga está paralizada", afirmó a periodistas el presidente regional de Andalucía, Juan Manuel Moreno. "Sé que para los ciudadanos es un problema el no poder llevar a los niños a clase" o ir a trabajar, pero tras lo visto en Valencia hay que "prevenir" y "minimizar el impacto en términos de pérdida de vidas humanas", agregó.
El temporal llevó a posponer al viernes una eliminatoria entre España y Polonia de la Copa Billie Jean King de tenis femenino que debía jugarse la tarde del miércoles en Málaga.
Una DANA es una masa de aire que se desprende de una corriente muy fría y que desciende sobre otra de aire caliente produciendo grandes perturbaciones atmosféricas acompañadas de precipitaciones muy intensas.
La preocupación también se sintió durante la jornada en las zonas de Valencia golpeadas por las inundaciones del 29 de octubre, donde los residentes temían nuevos desbordes sobre un alcantarillado en muchas ocasiones tapado por el barro solidificado. Pero tras dos semanas luchando contra el lodo que arrasó vidas y negocios, muchos no podían imaginar cómo podría irles peor.
"Ya perdimos los coches, ya perdimos la mayor parte de la casa, y los puestos de trabajo no los tenemos tampoco. Entonces, no hay nada que perder ya", explicó Carlos Moltó, un vecino del municipio de Picanya, a la televisión regional valenciana A Punt.
Tras una lucha titánica por limpiar las calles, la cercana localidad de Paiporta, uno de los epicentros del desastre, volvía a estar anegada de agua, informó el diario local Las Provincias.
Varios municipios valencianos pidieron a los miles de voluntarios que cada día llegan a sus calles a ayudar que no vengan este miércoles. La circulación de vehículos privados en estas zonas estará restringida entre la tarde del miércoles y la del jueves.
Las nuevas lluvias afectaron también a la búsqueda de los 17 desaparecidos, centrada principalmente en barrancos y desembocaduras de ríos al mar.
"Tras este episodio meteorológico, se valorarán de nuevo las mareas para determinar las zonas de búsqueda", explicó a la prensa Rosa Tourís, portavoz del comité de emergencia de Valencia.
Las autoridades de Andalucía y Cataluña que se encuentran bajo alerta roja se anticiparon a los efectos de las lluvias y enviaron con antelación un mensaje de alerta a los celulares.
"Sea muy prudente, evite los desplazamientos y siga los consejos" de los servicios de emergencia, decía la que se envío en Málaga, cuya recepción provoca un fuerte pitido.
"Desde anoche estábamos más que avisados", indicó a AFPTV Ida María Ledesma, una educadora social de 39 años, residente en el distrito malagueño de Campanillas. "El despliegue, muy bien. Creo que no ha sido exagerado para nada", añadió sobre las medidas adoptadas.
Las autoridades de Valencia fueron muy criticadas por enviar este mensaje muy tarde el 29 de octubre, cuando muchos ciudadanos que hacían su vida normal se encontraban ya con el agua al cuello.
La amenaza de lluvias llevó a las autoridades a suspender las clases en partes del sur de Cataluña, y en localidades de Andalucía como Granada.
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