El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, recomendó a Costa Rica endurecer su sistema penitenciario, al considerarlo muy "permisivo" tras conocer el martes una cárcel costarricense junto a su homólogo Rodrigo Chaves, al término de una visita oficial.
"Creemos que debe de hacerse menos permisivo el sistema penitenciario (...) pensando más en los derechos de los que están afuera y el derecho de un país de tener seguridad", dijo Bukele tras recorrer la cárcel de La Reforma, a 23 km al este de San José.
Durante la visita de Bukele a Costa Rica, los dos presidentes abordaron los distintos enfoques de seguridad y de lucha contra el crimen organizado y firmaron memorándums de entendimiento en materia turística, comercial y de relaciones bilaterales.
Bukele comentó las diferencias entre el sistema carcelario costarricense comparado con el de El Salvador, instaurado como parte de la "guerra" que el mandatario inició contra las pandillas en marzo de 2022 bajo un Estado de excepción que permite arrestos sin orden judicial.
El presidente salvadoreño afirmó que es elevado el gasto de Costa Rica por cada detenido, en torno a 1.200 dólares al mes.
"Están gastando casi dos salarios mínimos por reo. Es una injusticia", aseguró al agregar que en Costa Rica "el sistema penal debe reformarse".
Sobre los derechos de los reclusos, Bukele afirmó que deben ser controladas las visitas íntimas y el acceso a la televisión para evitar que las prisiones se vuelvan "cuarteles generales del crimen".
"Esperamos que ustedes tomen las medidas", agregó Bukele sobre el incremento del crimen en Costa Rica, que suma 757 homicidios en 2024, principalmente ligados al narcotráfico.
El presidente Chaves agradeció la "cátedra magistral" de Bukele en materia penitenciaria.
Antes conocido por su seguridad y tranquilidad, Costa Rica tuvo en 2023 un récord de 907 muertes violentas, una tasa de 17,2 por cada 100.000 habitantes, más del doble del promedio mundial (8), según la ONU.
Ambos mandatarios acordaron plasmar en un documento "recomendaciones" al sistema penitenciario de Costa Rica, país con tradición de respeto a los derechos humanos.
El Congreso y el Poder Judicial costarricenses se negaron a recibir a Bukele.
En El Salvador, se construyó una megacárcel con capacidad para 40.000 reos, con un severo régimen interno y sin visitas de familiares. Allí han sido recluidos parte de los 83.000 detenidos acusados de pertenecer o ser cómplices de las pandillas.
Amnistía Internacional, Human Rights Watch y oenegés locales han denunciado "detenciones indiscriminadas" y más de 300 muertes bajo custodia estatal desde el inicio de la denominada "guerra" contra las pandillas.
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