Se titula La encantadora de Florencia. Además no descarta escribir algún día su autobiografía. Barcelona. EFE. El escritor angloindio Salman Rushdie retorna a sus orígenes en su última novela, La encantadora de Florencia, en la que mezcla historia y fabulación, y con la que, según dijo, quería reivindicar aspectos básicos de la “narración de historias” y reconocer la figura de Maquiavelo lejos del tópico. La encantadora de Florencia está ambientada a finales del siglo XVI, cuando un extranjero llega a la corte del emperador mogol Akbar el Grande, en la ciudad de Fatehpur Sikri. Él es portador de un secreto, la historia de una mujer misteriosa, bella y versada en las artes del encantamiento y la brujería, y de su viaje imposible a la lejana Florencia. Rushdie comentó a EFE que “después de mucho tiempo preocupado por los acontecimientos contemporáneos, tocaba volver a los aspectos básicos de la narración de historias, un retorno a la narración en su estado puro”. Muchos pasajes de la novela, reconoce Rushdie, “podrían pasar por realismo mágico, cuando en realidad son historia”. El argumento de la novela es además una excusa para “analizar el inicio de las relaciones entre estos dos mundos”, sobre el que el escritor construye algunas licencias históricas, como cuando Akbar oye la historia de la reina virgen, Isabel de Inglaterra, y comenta que sabe cómo puede cambiar esa situación. Rushdie no descarta escribir su autobiografía, como le piden muchos, empezando por su agente literario, pero esperará a que la U. Emory de Atlanta acabe en un año de clasificar toda su correspondencia y archivo personal, que entregó hace dos años. Sin embargo, se muestra reacio: “No me hice escritor para escribir de mí mismo; el mundo es mucho más interesante”, afirma.