“Almorzabamos encerrados”. Días antes del incendio en Las Malvinas, uno de los trabajadores informales renunció y salvó de tener el mismo destino que los jóvenes que quedaron atrapados en los containers.,Jovi Herrera, Jorge Luis Huamán y Luis Guzmán Taipe están “desaparecidos” tras el incendio en la galería Nicolini, de la zona comercial Las Malvinas, en el Cercado de Lima. Los jóvenes eran trabajadores de la empresa JPEG S.A.C., que había construido de manera ilícita containers en el último piso de la galería siniestrada el pasado jueves. Lo último que se supo de ellos fue que no podían salir del lugar porque estaban encerrados, con llave, en los containers PUEDES VER OIT sobre incendio en Las Malvinas: “Se aproxima a formas modernas de esclavitud” Días antes del siniestro, Luis Casapía, cansado de la explotación, renunció a su trabajo y hoy agradece haberlo hecho, pues habría podido tener el mismo destino que sus compañeros. Casapía reveló, para el programa Cuarto Poder, la indignante forma en la que trabajaban, obligados por los dueños de JPEG S.A.C, que aprovechaban la necesidad de los jóvenes y los encerraban “para prevenir que no les roben”. El sueldo, que recibían por desembalar fluorescente de marcas chinas para empaquetarlos como marcas reconocidas, era de 200 soles semanales, es decir 1.80 por cada caja que falsificaban. “No salía (del container), me traían el almuerzo y otra vez me encerraban. Almorzabamos adentro encerrados”, reveló Casapía. “Todos los días de la semana trabajabamos encerrados”, dijo el extrabajador informal. Además, comerciantes contaron que quienes trabajaban para JPEG S.A.C no podían ni ir al baño, ni a comprar agua. “Cuando pedían agua, teníamos que pasarsela por la ventana porque no podían salir”, contaron. El incendio en Las Malvinas ha sido noticia a nivel internacional, pero no solo por la inmensidad del siniestro, sino también por la forma en la que trabajaban en la galería Nicolini. Al respecto, la Organización Internacional de Trabajo (OIT) expresó su preocupación sobre la forma cómo venían laborando estas personas y calificaron el hecho como una aproximación a “formas modernas de esclavitud”. “El trabajo forzoso afecta a millones de personas en todo el mundo”, manifestaron en un comunicado dirigido a los Países Andinos. Además, lamentaron las condiciones laborales de los afectados y advirtieron la clara violación a derechos humanos.