Psicólogo analiza cómo los jóvenes enfrentan la ansiedad y el impacto de las pantallas en su salud mental
La salud mental de los niños y adolescentes es un tema que preocupa a muchos, especialmente a los profesionales de la psicología. Paco Pérez, psicólogo infanto-juvenil de Formentera, comparte su experiencia y observaciones sobre el estado emocional de los más jóvenes en esta pequeña isla. A través de su trabajo, notó un aumento en la demanda de atención psicológica, lo que refleja una mayor conciencia sobre la salud mental.

En sus 25 años de experiencia, Pérez nota cómo los problemas que enfrentan los jóvenes son similares a los de otras regiones, a pesar de la idiosincrasia particular de Formentera. La influencia de las nuevas tecnologías y la presión social son factores que afectan el desarrollo emocional de los niños y adolescentes, lo que llevó a un aumento en la búsqueda de ayuda profesional.
El psicólogo destaca que, a pesar de los desafíos, hay un cambio positivo en la percepción de la salud mental. Los jóvenes ahora llegan a su consulta con una mayor disposición para hablar sobre sus emociones y problemas, lo que facilita el proceso terapéutico. Este cambio de paradigma es alentador y sugiere que las generaciones actuales están más abiertas a abordar sus dificultades emocionales.

Los niños presentan problemas en el desarrollo personal e impacto de las nuevas tecnologías. Foto: Composición LR
Problemáticas comunes en la salud mental infantil
Las problemáticas que requieren intervención psicológica en son variadas, pero muchas están relacionadas con el desarrollo personal y el impacto de las nuevas tecnologías. Pérez menciona que los trastornos del desarrollo y del aprendizaje, como el espectro autista y el TDAH, se diagnostican más temprano en el entorno escolar, lo que permite una intervención más rápida y efectiva.
Además, la ansiedad se convirtió en un tema recurrente entre los jóvenes, especialmente aquellos que son perfeccionistas y se sienten presionados por el rendimiento académico y las expectativas sociales. Esta autoexigencia puede llevar a un estado de estrés que afecta su bienestar emocional.
El impacto de las nuevas tecnologías
El uso excesivo de pantallas y dispositivos móviles es otro aspecto que preocupa a Pérez. La inmediatez de las recompensas que ofrecen las nuevas tecnologías puede generar una dependencia que afecta la capacidad de los jóvenes para disfrutar de actividades más simples y saludables, como pasear o socializar cara a cara. Este fenómeno llevó a la necesidad de evaluar y diagnosticar adicciones a las pantallas, tanto en niños como en adultos.
El psicólogo enfatiza que no se debe culpar a la tecnología en sí, sino al uso que se le da. La clave está en tomar conciencia de cómo estas herramientas impactan la vida diaria y buscar alternativas que ofrezcan satisfacción emocional sin depender exclusivamente de las pantallas.
Un cambio en la percepción de la salud mental
En los últimos años, hubo un cambio significativo en la forma en que los jóvenes y sus familias se acercan a la salud mental. Antes, acudir al psicólogo era visto como un castigo o una señal de debilidad, pero ahora los niños llegan a las consultas con una mayor comprensión de su situación y una disposición a trabajar en sus emociones. Este cambio es alentador y refleja una evolución en la sensibilización sobre la salud mental.
Pérez destaca que los padres también evolucionaron en su comprensión de la salud mental, lo que les permite apoyar mejor a sus hijos en su desarrollo emocional. La educación emocional en las escuelas contribuyó a esta transformación, preparando a los jóvenes para abordar sus problemas de manera más efectiva.
Desafíos intergeneracionales y la búsqueda de ayuda
Uno de los desafíos que enfrenta la salud mental de los jóvenes es la intergeneracionalidad de los problemas. A menudo, los conflictos entre padres e hijos pueden ser el resultado de proyecciones de los propios miedos y ansiedades de los padres. Pérez señala que es fundamental que los padres trabajen en sus propias dificultades para poder apoyar a sus hijos de manera efectiva.
Además, el psicólogo advierte sobre la importancia de estar atentos a señales de aislamiento social en los jóvenes. Aunque es normal que los adolescentes busquen su independencia, un aislamiento extremo puede ser un indicativo de problemas más profundos que requieren atención profesional.
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Un futuro esperanzador para las nuevas generaciones
A pesar de los desafíos que enfrentan, Pérez es optimista sobre el futuro de las generaciones actuales. Los jóvenes de hoy tienen un potencial que no se había visto en generaciones anteriores, y las familias están más preparadas para apoyar a sus hijos en su desarrollo emocional. Aunque el acceso a la vivienda y al trabajo puede ser complicado, la disposición de los jóvenes para abordar sus problemas emocionales es un signo positivo.
La salud mental de los niños y jóvenes refleja una realidad compleja, pero también llena de oportunidades para el crecimiento y el desarrollo personal. Con un enfoque adecuado y un apoyo continuo, es posible construir un futuro más saludable y emocionalmente equilibrado para las nuevas generaciones.