Por Eloy Jáuregui Eloy Jáuregui http://el-jauregui.blogspot.com La corrupción está en su punto. Quien no es corrupto ayer no lo es hoy. Ahora los desocupados del tira dedo se la agarran con uno y con otro. El SIN del siniestro asesor opera como el tango, viejo y macho. Existe una agencia que vende "vladivideos" y el Doc, aunque preso, aparece por angas y por mangas. ¿Y usted no tiene su grabación? Entonces está en nada. La costumbre del soplonaje antes fue una industria y hoy es cachina. Por un video una mano de plátanos y por un casete un sobrecito de sal de uvas Picot. ¡Caray! ya no es como antes. Entonces los coleguitas se tiran basura con ventilador. Y no sólo es Magaly contra Gisela o al revés. Y regresa el Gordo González. Pero vaya al diablo el perrito y la calandria. ¿Qué cosa es corrupto? Nada, aquel que delinque por desinformar y ese que vende información bamba y crea el concepto comunicación chancho. Hoy cumplo 27 años de periodista. En el diario donde me llevó el maestro Ricardo Uceda y mi hermano Paco Landa había un letrero. "No seas corrupto, vive bien, respira dignidad". Y era cierto. No recuerdo haber cobrado por lo bajo. Tenía mi sueldo y el Doc todavía estaba de sargento en el Ejército Peruano. Yo era salvaje y feliz y me jodían los soplones. Luego aparecería el neochichismo periodístico. Se abasuró así la vida, no la mía. Cuando Fujimori, yo estaba en la otra banda. Y denuncié la compra de los Mig 29 en "Panorama". El Doc me mandó un mensaje. Luego me sentenciaron por decirle sus cuatro verdades a un congresista tránsfuga. Otra vez, de un carro me tiraron un balazo. Sin embargo, no me cagué de miedo. No era la mafia de El Padrino, eran unos canallas del cenecape del sicario imperfecto. Ahora que se acusa de corruptas a personas decentes debo confesarles que aquellos operadores del fujimontesinismo no han muerto y quieren enlodar al peor estilo de Laura Bozzo. Esta columna iba a celebrar la alegría mía de trabajar para La República. Temo que ando empinchado. Que me irrita la impunidad de los periodistas que venden basura. Que por eso defiendo a los honorables, todos los que nos enfrentamos a la corrupción y casi la vencimos. Lástima que por ahí caminen los sinvergüenzas enlodando a la gente digna. Eso es todo lo que tengo que decir.