Vizcarra y Olaechea: una reunión que no dio muchos resultados
Al día siguiente. El compromiso es que la reforma para adelantar las elecciones generales sea tramitada con prioridad, sin embargo, al día de hoy, el ánimo del Congreso es que el proyecto se vaya al archivo.
Por: Enrique Patriau
Cuando terminó la reunión del martes en Palacio de Gobierno entre el presidente de la República, Martín Vizcarra, y el titular del Legislativo, Pedro Olaechea, cada uno comentó con sus cercanos las impresiones que les dejó la conversación.
El jefe de Estado consideró que la cita se realizó en un clima “cordial”. Olaechea comentó a un grupo de legisladores cercanos a él, que se llevó en buenos términos.
Ahora, ¿cuál ha sido el resultado? Lo que se puede decir es que el panorama no ha cambiado gran cosa.
Ha servido, en lo esencial, para confirmar que el proyecto de reforma constitucional se verá con prioridad –algo que ya estaba acordado, en realidad–, pero sin ningún compromiso de votación favorable.
Lo que propuso el Gobierno a través del presidente Vizcarra fue que el proyecto de ley de elecciones generales para el año entrante se vea de manera separada a los demás temas pendientes. Pero, de nuevo, no es que haya habido acuerdo alguno sobre su pronta aprobación.
En la orilla del frente
En tanto, fuentes del Congreso que conversaron con Olaechea sobre los resultados de su visita a Palacio comentaron a La República que la reunión fue “sosa” y “poco productiva”. Básicamente por lo que ya se mencionó antes: ya había un acuerdo de que el debate del proyecto de adelanto de elecciones empiece cuanto antes (por cierto, ayer la Comisión de Constitución recibió al premier, Salvador del Solar, y al ministro de Justicia, Vicente Zeballos).
Otros datos adicionales que vale la pena mencionar: se trató de un intercambio que duró menos de lo que se esperaba.
Primero, Vizcarra recibió a solas a Olaechea. Intercambiaron pareceres en privado. Minutos después, se incorporaron Del Solar, Zeballos y el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva. El grueso del diálogo se llevó a cabo con los cuatro presentes. Ese mismo martes, el premier calificó el encuentro como “cordial y franco”. “Creemos que es muy positivo que los dos poderes hayan tenido esta reunión”, añadió.
Claro está, que exista un compromiso para que el proyecto de reforma sea tratado con prioridad no significa, necesariamente, que sea votado en la Comisión de Constitución con rapidez. De hecho, miembros de ese grupo de trabajo han advertido, y en más de una oportunidad, que su presidenta, Rosa Bartra (Fuerza Popular), maneja el grupo con total autonomía.
Por esa razón, en el Ejecutivo están atentos a la manera en que el Congreso llevará adelante el debate. Constitución se ha declarado en sesión permanente, aunque no se ha aprobado –todavía– un cronograma específico de trabajo que asegure –al menos sobre el papel– un debate veloz.
Hay algo que no se debe dejar pasar. Si alguien pensaba que la cita Vizcarra-Olaechea significaría un clima más distendido entre el Ejecutivo y el Legislativo, lo que ocurrió ayer en la Comisión de Fiscalización, al decidir que se investigará el mensaje presidencial de 28 de julio en el que se propuso adelantar elecciones, echa por tierra dicha hipótesis.
Comisión para elegir a nuevos jueces del TC
La Junta de Portavoces del Parlamento acordó la conformación del grupo especial de elección de magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que eventualmente podría dirimir acerca de la cuestión de confianza si el Ejecutivo utiliza esa vía para cerrar el Congreso de no aprobarse el adelanto de elecciones.
Lo integran los fujimoristas Miguel Torres y Luis Galarreta, Marisol Espinoza (APP), Alberto Quintanilla (NP), Marco Arana (FA), Víctor García (AP) Alberto Oliva (PPK), Javier Velásquez (Apra) y Clayton Galván (C-21). Lo preside Pedro Olaechea, titular del Parlamento.
Seis de los siete integrantes del TC tienen el mandato vencido. Solo se quedará Augusto Ferrero.