"Es evidente que la imagen de Odebrecht salvando buena parte de su pellejo tendrá un costo político para el gobierno".,La proximidad de un acuerdo de colaboración eficaz entre la fiscalía peruana y Odebrecht está despertando entusiasmos y resistencias. Unos lo ven como la llave para más denuncias claves, incluso las decisivas. Otros lo consideran una innecesaria concesión a la empresa corruptora. Una disputa político-jurídica que va para largo. Odebrecht viene canjeando información por mejor trato en una docena de países. En algunos el proceso comenzó temprano, y ya se ha materializado. Panamá firmó a mediados del año pasado. República Dominicana lo hizo en abril de este año. No son los únicos, y las negociaciones continúan con media docena de gobiernos. El Perú es donde el escándalo ha tenido más implicancias políticas, y eso ha demorado las cosas. El gobierno de Pedro Pablo Kuczynski arrastró los pies en el tema, hasta que la súbita aparición de documentos de Odebrecht en manos de sus opositores ayudó a precipitar su caída. Lo cual demoró todavía más las cosas, hasta el día de hoy. A pesar de no haber alcanzado un acuerdo satisfactorio, la empresa ha venido soltando delaciones suficientes como para mantener muy ocupados a los fiscales peruanos. Pero se estima que no hay revelaciones con peso decisivo para muchos de los juicios. Que serían las que Odebrecht se está guardando para después de un acuerdo. Sin acuerdo de por medio, los funcionarios de la empresa han venido actuando como delatores limitados, con algunas declaraciones ambiguas y pocos documentos confirmatorios. Todas sus revelaciones han sido bienvenidas, pero han dejado la fuerte sensación de que se necesita más para que las cosas sigan avanzando. Si bien un acuerdo será exclusivamente con los fiscales, es evidente que la imagen de Odebrecht salvando buena parte de su pellejo tendrá un costo político para el gobierno. La empresa está dispuesta a pagar importantes multas, pero su pedido incluye obtener impunidad, y acaso también el derecho a seguir trabajando en el Perú. Al menos entre los legos la información que desembuche Odebrecht será medida por su capacidad de confirmar y afianzar las acusaciones en curso. Algo que, por la experiencia de las anteriores delaciones llegadas del Brasil, no va a ser automático. Los especialistas van a tener que explicar el costo-beneficio del asunto.