El fujimorismo tiene que capitalizar varias lecciones para su sobrevivencia. Entre ellas, que no se puede secuestrar la democracia en función a intereses personales.,Horas antes de que se decida su libertad o prisión, la mujer que responde al rimbombante nombre de “Lideresa de Fuerza Popular” al fin bajó al llano y se acordó de dialogar por el país. Keiko se presentó como si la justicia la estuviese extorsionando, dando a entender que un gesto de paz impostado –un llamado a la reconciliación– la protegería de una alucinada persecución política. Ni siquiera la posibilidad de ir a la cárcel, que quiebra a cualquiera, generó una autocrítica sensata. Tuvimos que esperar su hora más aciaga, también con su partido familiar yéndosele de las manos, para que la señora Fujimori se decida a hacer lo que no hizo desde que perdió las elecciones, porque han sido dos años y medio de soberbia. Sus congresistas la llamaban presidenta. El fujimorismo tiene que capitalizar varias lecciones para su sobrevivencia. Entre ellas, que no se puede secuestrar la democracia en función a intereses personales. Que a sus legítimos detractores debe dejar de llamarlos pro- terroristas o caviares, deben dejar, de una vez por todas, de anteponer ese esquema con el que dividen el mundo. Tienen que entender que su recurso de victimización es, además de manido, groseramente selectivo: celebran en el prójimo lo que denuncian cuando a ellos les sucede. Desde los insultos hasta la aplicación de la ley. Tan o más importante es que Alberto Fujimori, su padre, pida el perdón que aún no ha pedido a las víctimas de su gobierno. En cuanto al Apra, es inevitable que comparta con el fujimorismo los pasivos de su gran crisis. Sus militantes tienen que entender la tremenda desazón de la ciudadanía al ver cómo un partido histórico todo este tiempo jugó en pared con Fuerza Popular. Alianza estratégica le llamaban. Sus experimentados congresistas, que muchas veces llevaron de las narices al coloso anaranjado, ahora marcan distancia de sus errores, de sus pasos oscuros, pero es evidente que ya están jugados. Cuadros no le faltan para el recambio.