Así, la imagen de un FP compitiendo el 2021 con la misma candidata, la misma cúpula dirigente y la misma o parecida lista parlamentaria está perdiendo consistencia a toda velocidad.,¿Podrá Keiko Fujimori reponerse al grado de ser una candidata verosímil en el 2021? La prisión que acaba de caerle encima es breve, pero tiene un enorme peso simbólico. Con la detención se desdibuja la figura intocable, nacida del impacto inicial de su victoria parlamentaria en el 2016. Comienza una travesía del desierto, que no imaginamos silenciosa. La detención de Keiko Fujimori se suma a la pérdida de la mayoría absoluta en el Congreso y de parte de la cohesión de su bancada, a un desplome en las encuestas, a los retrocesos en el juego de ajedrez con Martín Vizcarra, al nuevo problema legal de la libertad de Alberto Fujimori, y luego al pésimo papel de Fuerza Popular en estas pasadas elecciones. La prisión es breve, pero podría alargarse. Además el juicio se ha puesto en marcha, no va a parar, y todo indica que va a durar aun con Keiko Fujimori libre. Su predicamento no solo la va a equiparar con los encarcelamientos Odebrecht que el fujimorismo saludó, sino que además la va a someter a un desgaste cotidiano de impredecibles alcances. Así, la imagen de un FP compitiendo el 2021 con la misma candidata, la misma cúpula dirigente y la misma o parecida lista parlamentaria está perdiendo consistencia a toda velocidad. Aun si postula, es probable que ella no sea la única con el apellido Fujimori, y que el elenco fujimorista vaya dividido, e incompleto en cada una de sus partes. Falta saber ahora cuál va a ser la reacción política inmediata de FP, más allá de las diatribas contra la actuación de la justicia en este caso. En términos prácticos no puede sino acompañar el caso, reforzando la mano de los abogados defensores. En lo político podría escalar los decibeles de la confrontación con el Ejecutivo, que se venían moderando. Pero esa confrontación con el Ejecutivo, su esencia y su estilo, es lo que ha llevado a FP a su actual deterioro. En el meollo de sus problemas está una creciente percepción de que FP es una agrupación enemiga de la institucionalidad. Quizás la actitud de otros prominentes presos luego excarcelados con un juicio pendiente le sirva de experiencia a FP.