"Al ritmo que va, la candidata llegará a las próximas elecciones generales con el desgaste de dos derrotas y 15 años de un día a día definido por el conflicto".,Un escenario hipotético es que si suficientes cuadros de Fuerza Popular se convencen de que Keiko Fujimori no va a ganar en el 2021, entonces empezarán las movidas para cambiarla. Una perspectiva que no es tan insólita. Después de todo, Alberto Fujimori fue lanzado por la borda a partir de la convicción de que complicaba llegar a la presidencia. Al ritmo que va, la candidata llegará a las próximas elecciones generales con el desgaste de dos derrotas y 15 años de un día a día definido por el conflicto. Su autoritarismo fabricó en el hermano Kenji un enemigo interno cuyo programa es desplazarla. Si para entonces el membrete Fujimori aun vale algo, ese enemigo se encargará de dividir el voto. Pero hay más descontentos. La vieja guardia marginada del entorno íntimo y desplazada de la última lista parlamentaria no recuperó posiciones, ni tiene el respeto de los cuadros recién llegados, sin lugar en la ya abollada mototaxi. Asimismo muchos de los reclutados por el país en el 2016 no han pasado de ser una masa de maniobra, anónima para todo fin práctico. Esa masa acarreada a las reuniones tiene ínfimas chances de reelección, con o sin referendo. Haberse mantenido del lado de Keiko Fujimori durante la rebelión del hermano Kenji no les trajo una rebarajada de las cartas del poder interno. No descartemos que ellos incluso sean vistos como responsables de la caída en las encuestas, es decir mal vistos. La propuesta de una reorganización de FP hecha por Kenji Fujimori siguió la suerte de su promotor. Aunque en cierto modo sigue sobre la mesa. Algunos cambios tendrán que producirse para que el partido recupere lustre, y la mayoría de ellos para ser efectivos deben implicar que Keiko Fujimori empiece a compartir internamente, y de forma visible, algo de su poder. En la versión suave la rebelión no aparece como una defenestración cabal de Keiko Fujimori, sino como un conjunto de medidas para empezar a convertirla en una mejor candidata. Esto pasa por la conversión de facto de FP en un partido de alas y tendencias. En su fase más avanzada esto podría querer decir elecciones internas para todas las candidaturas 2021.