"La Derrama funciona como un ente de derecho privado, y el Estado no tiene potestad para intervenciones directas. Por eso ha llamado la atención el anuncio del presidente".,En una reacción extraña que, supongo, debe de estar directamente vinculada con información de primera mano que no es pública, el presidente Martín Vizcarra ha tomado la decisión de intervenir la Derrama Magisterial. A pesar de ser una especie de mutual del magisterio peruano, la Derrama funciona como un ente de derecho privado, y el Estado no tiene potestad para intervenciones directas. Por eso ha llamado la atención el anuncio del presidente y ha movilizado a los maestros de todo el Perú: unos a favor y otros en contra. No olvidemos que la Derrama es una institución que cuenta con un alto presupuesto (2,370 millones de activos) y quizás por eso un diario como Gestión, poco proclive a hablar de los maestros, está muy interesado en cuestionar el manejo de la institución. La decisión de Vizcarra también es delicada porque, como ha expresado Mirko Lauer en este mismo diario, la intervención podría beneficiar al sector radical de Pedro Castillo. El domingo en el programa Agenda Política de Canal N, el secretario nacional del SUTEP, Alfredo Velásquez, sostuvo que ha tenido diversas conversaciones y diálogos con sectores del Ministerio de Educación, sobre el tema. Tendrían que tener cuidado y ser más transparentes en el manejo financiero porque hay quejas de amplios sectores del magisterio sobre el porcentaje de intereses que les cobran por los préstamos. Por otro lado, en Arequipa un ex integrante de la Junta Directiva de la Derrama, Adolfo Quispe Arias, opinó que con la intervención “Vizcarra buscaría utilizar 200 millones de soles, de los 2 mil millones de soles que tienen como fondo a nivel nacional, para incrementar el salario de los educadores que se anunció el año pasado”. Personalmente quisiera comentar algunos elementos de juicio que me parecen importantes para tener en consideración el tema de la Derrama y que se vinculan con quehaceres de difusión de la cultura. En primer lugar, el uso del auditorio que mantienen en la avenida Gregorio Escobedo en Jesús María es un ejemplo de difusión de centenas de actividades de apoyo a los maestros, pero también, de apoyo a la cultura en general: seminarios, congresos, cine, actividades musicales, presentaciones de libros, ciclos dedicados a las mujeres indígenas, a la memoria en el Perú, en fin… una cantidad estimulante de actividades gratuitas para todos. El edificio de vidrios oscuros que contiene el auditorio y diversas salas ha sido un polo de desarrollo cultural y debe seguir siéndolo. Por otro lado, hace poco la Derrama compró las acciones de las Librerías Crisol y, como pudimos observar durante la última Feria del Libro, el stand de Crisol siempre estuvo abarrotado de personas por la importante oferta de libros. Pero como solo vender libros no es difundir la cultura —en mi modesta opinión— Crisol ha auspiciado también algunas publicaciones importantes para maestros y también para niños como “Había una vez una peruana”, editado por Alvaro Lasso, con la colaboración de muchas escritoras e ilustradoras, convertido en un libro sobre la genealogía de mujeres peruanas luchadoras como fuente inspiradora para las niñas y niños del Perú.