A veces uno elige de qué lado estar simplemente viendo quiénes están del otro lado. Leonard Cohen.,La juramentación del Fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, sin la presencia del Presidente de la República como lo exige la ley, además de varias autoridades que decidieron abstenerse de participar en un acto cuestionable e inoportuno, es otra línea divisoria entre adversarios y partidarios de la corrupción. Como si el audio en el que el infame juez Hinostroza solicitándole favores –que Chávarry acepta concederle– no fuera prueba suficiente de su carencia de idoneidad para semejante cargo, el propio fiscal se delata –inconscientemente– en una entrevista con Fernando Vivas en El Comercio. Al ser preguntado por el principal problema del Ministerio Público, responde “organización” (¡!). “¿No corrupción?”, repregunta Vivas. Y Chávarry dice: “Hay corrupción pero es manejable. (…) Conozco dónde habita la corrupción con malos elementos”. (La cursiva es mía). Uno podría limitarse a preguntarse por qué si conoce los focos de corrupción, no ha hecho nada al respecto. Sobre todo cuando en la misma entrevista refiere que ha trabajado en control interno. Pero lo más interesante para un psicoanalista es lo que está diciendo entre líneas. ¿Cómo conoce dónde habita la corrupción? No lo sabemos con certeza. Lo que sí sabemos es quiénes defienden su nombramiento como Fiscal de la Nación. Lo dice La República en su editorial del domingo (Limbo Fiscal): “El fujimorismo, exfiscales apristas y periodistas que defienden a los protagonistas de los audios que se difunden en los últimos días”. Va quedando claro para quién trabaja Chávarry. Por eso para él el problema del MP es de organización. La difusión de los audios ha desbaratado el sistema de la “hermandad” corrupta, y no solo en el Callao. Ahora hay que reorganizarlo. Para mayor abundamiento, Chávarry dice esta frase ambigua sobre la valiente fiscal Rocío Sánchez (tras preguntarle a su asistente qué cargo ocupa, como si no fuera la trabajadora más conocida del MP en la actualidad): “Sí, voy a mantener a los fiscales que cumplen con su trabajo”. No es precisamente un reconocimiento al gran servicio que está prestando a la ciudadanía, junto al juez Huamancóndor y el grupo Constelación de la policía. Contrariamente a lo que vienen repitiendo los políticos asustados por esta cascada de audios incriminatorios, como la “enigmática” Sra. K, esta no es una jugada de poder de los caviares o proterrucos (significantes vacíos, por decir lo menos). De hecho, no hay un partido ni líder político detrás de este saludable ejercicio de exhibición de la podredumbre en el sistema de justicia. Si hay algún protagonista, son los citados magistrados y los periodistas, en particular Gustavo Gorriti al frente de IDL Reporteros. La división está clara entre partidarios y adversarios de la corrupción. Es valioso que el Presidente Vizcarra haya tomado partido. Es insostenible que Chávarry continúe en ese cargo, por el sendero de Blanca Nélida Colán.